Un huerto poco común prescinde de un huerto de tomates. Casi todos los entusiastas de la horticultura cultivan tomates, y no es de extrañar. Es un cultivo rico en nutrientes y comer sus frutos es muy beneficioso para la salud. Hay muchas variedades diferentes de tomates, pero todos crecen y dan frutos mucho mejor si se siguen las condiciones de crecimiento y las plantas se riegan adecuadamente.
Instrucciones
Paso 1
Para mantener las condiciones de humedad correctas en el huerto de tomates, un riego no es suficiente. También es necesario crear un ambiente en el que el agua no se evapore pronto, sino que sea absorbida gradualmente por las plantas. Para este propósito, un lecho de tomates a menudo se coloca en un invernadero o invernadero.
Paso 2
Para los tomates, la tierra húmeda y el aire seco son ideales. Por lo tanto, debe regar las plantas no desde arriba, sino desde la raíz. No dirija el agua directamente a la base del tallo, sino un poco una al lado de la otra para no lavar las raíces. Evite salpicar agua sobre hojas y frutos.
Paso 3
No riegue los tomates con demasiada frecuencia. Lo mejor es mantener la frecuencia de riego aproximadamente cada 6-7 días. Estas plantas pueden utilizar el agua de forma económica.
Paso 4
Riego poco frecuente no significa que los tomates necesiten poca agua, todo lo contrario. Necesitan alrededor de 10 litros de agua por 1 decímetro cuadrado de tierra ocupada.
Paso 5
Si cultiva tomates en casa, como en un balcón, riéguelos más de una vez a la semana. Tienen menos tierra y no será posible verter la cantidad de agua necesaria durante varios días.
Paso 6
El mejor momento para regar los tomates, como muchas otras plantas, es al comienzo del día, mucho antes de la hora del almuerzo. El agua debe estar tibia, alrededor de 20-25 grados. Si el clima es frío, el agua debe calentarse adicionalmente para que su temperatura sea de aproximadamente 25-30 grados.
Paso 7
Si hace calor afuera y ves que las hojas pronto comenzarán a marchitarse, riega los tomates, incluso si aún no ha llegado el momento de regar. El líquido se evapora más de lo habitual, por lo que es posible que las plantas no tengan suficiente humedad.