La cachemira es una tela muy cara, pero al mismo tiempo, realmente sofisticada que se usa para coser varios artículos de vestuario. Este material tiene una interesante historia de origen y método de extracción.
El origen de la cachemira
La cachemira es el plumón o fibra natural de la cabra montesa, que se encuentra principalmente en los países del sur de Asia. El nombre se originó en la región de Cachemira, el territorio en la frontera de India y Pakistán. Esta tela es conocida como una de las más suaves, suaves, ligeras y cálidas disponibles. Es un error pensar que la cachemira es simplemente una lana cara o bien hecha. De hecho, esta capa interna de cabra montés se despluma o peina a mano en la primavera antes de que el animal comience a mudar.
Los principales proveedores de plumón de cachemira son países como China y Mongolia. Además, la tela proviene de India, Irán y Afganistán, sin embargo, dicha pelusa se considera más sucia, con cabello más grueso y oscuro, por lo que es más barata que sus contrapartes. También se han realizado intentos de criar cabras de cachemira en otros territorios, por ejemplo, en Australia, Nueva Zelanda y Escocia. Sin embargo, otras condiciones climáticas (en ausencia de un clima continental con inviernos fríos y veranos calurosos) llevaron a la pérdida de la preciosa capa interna de ligereza y sorprendente capacidad para mantenerse caliente.
La cachemira se aprendió en Europa en el siglo XVIII, cuando Napoleón, después de una campaña militar en el Este, trajo a Josephine un chal de lana fino y casi transparente decorado con bordados. Entonces también se le llamó pashmina. Un poco más tarde, la pashmina adquirió para siempre el estatus de un accesorio clásico y una adición importante a un guardarropa de moda.
Conseguir cachemir
En un año, una cabra no puede traer más de 100-200 g de plumón, por lo que, para no perder un solo gramo de material valioso, la cabra se peina con un pellizco especial. Para tejer un suéter de cachemira, debes recolectar la lana de 4-6 animales. Para un cárdigan voluminoso de 10 hebras, se usa material de 20 animales. Es esta circunstancia la que determina el alto costo de las cosas hechas de cachemira real.
La diferencia entre la cachemira y la lana normal se puede sentir al tacto. La sensibilidad de los dedos permite determinar una diferencia de una micra. El cabello humano tiene 50 micrones de grosor y una buena tela de cachemira consiste en hebras de solo 16 micrones. Como resultado, la ligereza de tales cosas se siente de inmediato.
La cachemira sigue ganando popularidad en la actualidad a medida que mejoran los niveles de vida en los países europeos, Japón y Estados Unidos. No provoca alergias y aporta una sensación única de suavidad y confort.