La edad máxima de los funcionarios públicos es actualmente de 65 años, pero se prevé elevar esta barra a 70. Teniendo esto en cuenta, los diputados del partido Rusia Unida propusieron comprobar la cordura de los funcionarios que hayan cumplido 65 años.
Los diputados de Rusia Unida explican la idea de controlar la cordura de los funcionarios por el hecho de que con la edad, muchas personas tienen anomalías mentales, lo que es especialmente peligroso en el caso de los funcionarios gubernamentales dotados de poderes. Si un funcionario, al cumplir los 65 años, quiere seguir trabajando en el servicio público, deberá someterse a un examen psiquiátrico obligatorio. Los representantes de "Rusia Unida" proponen legislar esta disposición, estableciendo los mecanismos de destitución del cargo en caso de detección de trastornos mentales.
La propuesta de los diputados de "Rusia Unida" encontró inmediatamente tanto partidarios como opositores. Los opositores, en particular, argumentan que la nueva ley puede convertirse en una forma para que las autoridades luchen contra funcionarios objetables que no pueden ser destituidos de sus cargos por medios legales. Y dada la corrupción inherente a la atención médica rusa, esta ley, si se aprueba, será inútil para el propósito previsto, ya que un funcionario puede simplemente pagar el resultado del cheque que necesita.
Muchos diputados de la propia Rusia Unida se oponen a la idea planteada. En particular, Mikhail Markelov cree que la inspección, si se aprueba la ley, los funcionarios deben pasar voluntariamente. Es cierto que, en este caso, la ley perderá su significado, ya que no será posible destituir del cargo a un funcionario mentalmente anormal que no quería ver a un médico.
Algunos expertos encuentran útil la idea, pero sugieren ampliarla introduciendo la necesidad de exámenes psiquiátricos para todos los funcionarios públicos, independientemente de su edad. Al mismo tiempo, puede ser voluntario, pero con una salvedad: sin pasar un examen psiquiátrico, un funcionario no podrá contar con más ascensos. Es esta versión de la nueva ley la que puede considerarse la más prometedora: desaparecerá la posibilidad de utilizarla para represalias contra los no deseados, y someterse a un examen médico será absolutamente voluntario. Pero si un funcionario espera hacer carrera, tendrá que visitar a un psiquiatra de vez en cuando.