Los conocedores de la joyería exquisita son sin duda conscientes de la existencia del baño de rodio, cuya aplicación es ampliamente utilizada hoy en día en joyería. Este acabado permite dar a los productos un brillo único y mejorar las propiedades del consumidor. ¿Para qué más sirven las joyas con baño de rodio y son tan perfectas como dice el anuncio?
A principios del siglo XIX, el pobre médico inglés William Wollaston, habiendo abandonado la práctica médica, se dedicó al estudio de la química. Gracias a su minuciosa investigación, se descubrió el rodio. Es un metal noble de color plateado, que ocupa el lugar 45 en la tabla periódica y muy raramente se encuentra en la naturaleza. El rodio es varias veces más caro que el oro, pero es casi imposible encontrar joyas hechas completamente de este metal. Esto se debe a sus propiedades físicas y alto costo. La principal característica del rodio es su alta fragilidad. Al mismo tiempo, este metal es más duro que el platino, es extremadamente resistente al estrés mecánico y al desgaste. Es muy difícil rayar el rodio. Estas cualidades únicas han hecho posible utilizar el metal plateado como revestimiento especial para artículos de oro y platino. Los denominados artículos de oro blanco chapados en rodio se pueden encontrar con mayor frecuencia. El revestimiento le da a las joyas un color brillante y protege el metal precioso de arañazos y otros defectos. La capacidad de conservar su color natural y nunca empañarse hace que el rodio sea indispensable en la joyería. Los productos con baño de rodio duran mucho más mientras conservan su atractivo aspecto original. El baño de rodio también tiene desventajas. La vida útil de un producto procesado con este metal es larga, pero no infinita. Tarde o temprano, el baño de rodio debe actualizarse. La vida útil del recubrimiento está determinada por la intensidad de su uso y las condiciones de la aplicación inicial. Si un producto que contiene rodio se usa en combinación con elementos hechos de otros materiales, su vida útil se reducirá. El contacto diario con la piel tampoco beneficia a la fina capa de rodio. Puede restaurar la integridad del baño de rodio o complementarlo con otra capa de este metal único en talleres de joyería especializados.
