La fraseología "estar bajo la mosca" se usa con el significado de "estar borracho". En la literatura rusa, hay otra forma de esta expresión: "estar con una mosca", "golpear la mosca" o "aplastar".
No hay consenso entre los filólogos sobre el origen de la frase idiomática "estar bajo la mosca". Se están expresando diferentes versiones.
Pedro I y los comerciantes
Una de las hipótesis conecta el origen de esta expresión con la era de Pedro el Grande. El reformador zar ordenó reemplazar las tabernas con establecimientos más "civilizados": tabernas, donde los visitantes no solo podían beber, sino también comer. Para hacer que los clientes potenciales prefieran las tabernas en lugar de las tabernas, se suponía que cada visitante debía servir el primer vaso gratis.
Qué efectiva resultó esta "campaña publicitaria", la historia calla, pero resultó demasiado cara para los dueños de las tabernas. Los comerciantes encontraron una salida pidiendo vasos muy pequeños, de solo 15 ml cada uno, a los propietarios de las fábricas de vidrio, lo que redujo significativamente el costo de las bebidas gratuitas.
Debido al pequeño tamaño de estos vasos, fueron apodados "moscas", y "estar debajo de la mosca" o "aplastar una mosca" significaba "beber un vaso pequeño de vino". Estas expresiones se usaron más tarde incluso entre la nobleza. Uno no debería pensar que el tío de Eugene Onegin, que “miró por la ventana y aplastó las moscas”, se dedicó a exterminar insectos, estamos hablando de beber.
Otras versiones
Existe otra versión que vincula el origen de la expresión con los utensilios para bebidas alcohólicas. Dicen que cierto dueño de una fábrica de vidrio, habiendo concebido para reeducar a su hijo borracho, ordenó que le sirvieran vino y vodka solo en una copa especial hecha especialmente para él. El vidrio estaba hecho de tal manera que el líquido vertido en él creaba una ilusión debido al juego de luces: parecía que una mosca flotaba en el vidrio. Sin embargo, la veracidad de esta historia es cuestionable.
Algunos investigadores creen que no se trata de platos de cristal, sino de moscas. Estos insectos no causan simpatía por nadie: negros, feos, molestos, volando sobre carne podrida, cadáveres medio descompuestos y aguas residuales. No es de extrañar que la fantasía popular conectara moscas con fuerzas oscuras, por ejemplo, los bielorrusos tenían un dicho "tiene moscas en la nariz", que significaba "es un hechicero". Se creía que una persona puede ser perseguida por demonios que toman forma de moscas. No cabía duda de que un borracho estaba bajo la influencia de demonios.
La fuente de expresión puede ser la jerga de los jugadores. En el siglo 18. el juego de cartas Moche llegó a Rusia desde Francia, que por consonancia fue rebautizado como "volar", y luego en "volar". Inicialmente, "estar bajo la mosca" significaba "ser el ganador", "tener suerte". La victoria fue acompañada de una bebida, lo que supuso un cambio de valor.