La yuca es una planta ornamental de hoja perenne muy hermosa que parece una palmera exuberante con grandes hojas verdes. Crece lentamente, pero puede alcanzar un tamaño impresionante, por lo que necesita mucho espacio. El problema más común con el cultivo de la yuca son las hojas amarillentas.
La yuca, al igual que otras plantas de interior, necesita un cuidado cuidadoso y adecuado. Varios factores pueden afectar el bienestar de una yuca: temperatura, humedad, riego, iluminación, etc. Yucca prefiere la luz brillante, pero no tolera la luz solar directa. La humedad debe ser alta, esta planta necesita ser regada con mucha más frecuencia que en invierno.
Planta nerviosa
Un cambio de ubicación puede causar un estrés severo en esta planta. En este caso, las hojas inferiores se rizan, se vuelven amarillas y comienzan a caerse. La mayoría de las veces, esto se debe al hecho de que durante la transferencia de la maceta o durante el trasplante, el sistema de raíces de la planta se daña fácilmente, como resultado, se altera el flujo de agua y la nutrición, lo que afecta el estado de las hojas. En este caso, basta con regar adecuadamente la planta y dejar que se acostumbre a un nuevo lugar o maceta para que el estado de la yuca vuelva a la normalidad.
El riego sistemático inadecuado también puede hacer que el follaje de la yuca se seque. Una flor de interior generalmente acumula agua en el tronco, dado que su sistema de raíces es bastante débil, el encharcamiento del suelo a menudo conduce al hecho de que la planta comienza a pudrirse. Regar con agua demasiado fría también puede hacer que las hojas se pongan amarillentas.
Mantenga un registro de la temperatura
Los cambios repentinos en la temperatura del suelo o del aire suelen afectar negativamente el estado del follaje de la yuca. Es muy importante que esta planta mantenga una temperatura estable. En climas cálidos, no debe ser inferior a 20 y superior a 25 ° C, y en la temporada de invierno, no debe bajar de 8 grados. Es necesario desde principios de otoño bajar gradualmente la temperatura en la habitación donde se encuentra la yuca, mientras que es recomendable evitar cambios bruscos. Si no se baja la temperatura durante el invierno, el follaje de la yuca comenzará a estirarse, adelgazarse y hundirse, lo que a menudo conduce al amarilleo y la caída de hojas. Tenga en cuenta que en invierno es imposible intensificar el riego en cualquier caso, ya que esto provocará la descomposición del sistema radicular.
En los meses calurosos, el color amarillento de las hojas suele deberse a la falta de humedad. En el verano, el bulto de tierra no debe secarse. Si permitió que el suelo se seque, "suelde" la flor gradualmente, no intente llenarla inmediatamente con una gran cantidad de agua, recuerde el débil sistema de raíces de la yuca.
Tenga en cuenta que una pequeña cantidad de hojas pueden volverse amarillas y caerse por razones naturales, especialmente durante el crecimiento y la formación del tronco. En este caso, no debes preocuparte por la salud de la planta.