Existe la creencia generalizada de que si un diamante se sumerge en agua, se volverá invisible. Esta afirmación es parcialmente cierta, pero se refiere principalmente a los diamantes, no a los diamantes.
Diamantes y Diamantes
Los diamantes son diamantes tallados. A diferencia de estos últimos, los diamantes son piedras de la forma y el corte correctos. Cabe señalar que inicialmente un diamante generalmente se llamaba un tipo de corte que se aplicaba solo a los diamantes. Con el tiempo, este corte cambió, al principio el diamante tenía solo cinco o seis facetas, y ahora el diamante clásico tiene exactamente cincuenta y siete de estas facetas. Esto se debe a que con tal corte, cada faceta refleja la luz de una manera especial, creando la apariencia de una bola luminosa dentro de la piedra, dándole un brillo inusual.
Los más raros son los diamantes azules, rojos y rosas.
Muy a menudo, los diamantes reales se denominan piedras preciosas puras. Esto se debe a que en los viejos tiempos, cuando no existía una técnica para determinar la autenticidad y calidad del corte de una piedra, se sumergía en agua. Si se volvía invisible, esto indicaba que el diamante era real. De hecho, las cosas son un poco más complicadas.
Física versus mitos
Hasta ahora, muchos investigadores discuten sobre qué le sucede exactamente a un diamante cuando entra en el agua. Se sabe que todo objeto transparente tiene un llamado índice de refracción, que puede interactuar con el medio ambiente de diferentes formas. Por ejemplo, un vidrio transparente o un diamante al aire libre será perfectamente visible, ya que el índice de refracción del aire ordinario y los índices de refracción del vidrio o la piedra son bastante diferentes entre sí.
Hasta el siglo XVIII, los diamantes se extraían solo en la India.
Si pones un vaso en agua con el mismo índice de refracción, literalmente desaparece, se fusiona con el agua. Es bastante fácil encontrar vidrio y agua con los mismos índices de refracción, especialmente porque el vidrio puede ser diferente. Para un diamante, esta característica no cambia y es constante, y difiere del índice de refracción estándar del agua pura. Por lo tanto, el diamante no desaparece por completo en él, pero se vuelve mucho menos notorio.
Pero incluso esto no se aplica a todos los diamantes, si la piedra está ligeramente coloreada, se notará mucho más en el agua. El color de la piedra está influenciado por impurezas de elementos distintos al carbono. Un diamante de color es significativamente inferior a uno sin color en transparencia. Un diamante con una textura "natural" desigual se nota mucho en el agua, independientemente del grado de color.