La alcachofa de Jerusalén o "pera de barro" se cultiva en Rusia desde hace más de tres siglos. Las raíces de esta planta relativamente sin pretensiones son un almacén de vitaminas, oligoelementos, ácidos orgánicos, pero lo más importante es que la alcachofa de Jerusalén contiene inulina, un análogo de la insulina, una sustancia indispensable para los pacientes con diabetes mellitus. Para que la alcachofa de Jerusalén eche raíces en su sitio, siga algunas reglas para su cultivo.
Instrucciones
Paso 1
El mejor momento para plantar una "pera de barro" es el otoño o principios de la primavera, cuando el suelo ya está lo suficientemente cálido. En el otoño, plante tubérculos enteros en el suelo, y en la primavera se pueden dividir en varias partes.
Paso 2
Como regla general, no se distingue una cresta separada para la alcachofa de Jerusalén. Esta planta se siente cómoda en cualquier lugar libre: a lo largo del seto, no lejos de árboles y arbustos jóvenes. La alcachofa de Jerusalén puede disfrazar perfectamente un montón de abono, ya que su altura alcanza los 1,5-2 metros. Sin embargo, no plante la planta en un área demasiado húmeda, especialmente donde se acumula el agua de lluvia. La "pera de tierra" no tolera muy bien la humedad excesiva y puede morir en un año particularmente lluvioso.
Paso 3
Coloque los tubérculos de alcachofa de Jerusalén en el suelo a una distancia de al menos 40 centímetros entre sí. La profundidad de siembra está determinada por el tamaño del cultivo de raíces: los tubérculos pequeños se bajan al suelo de 5 a 7 cm, los especímenes más grandes de 10 a 15 cm. Además, debe tenerse en cuenta que la siembra de otoño debe ser algo más profundo que la siembra de primavera.
Paso 4
La alcachofa de Jerusalén se considera un cultivo muy modesto para cuidar y no requiere fertilización especial. Para que la planta dé frutos cada otoño, aliméntela con materia orgánica (humus o excrementos de pollo) una vez cada 2-3 años. Aplique pequeñas cantidades de fertilizantes minerales anualmente.
Paso 5
Spud la alcachofa de Jerusalén solo si los tubérculos están muy cerca del suelo. Esta planta prospera con un calor anormal y bajas temperaturas. La "pera de tierra" conservará sus capacidades vegetativas incluso a temperaturas de hasta menos 5 grados.
Paso 6
La recolección se puede realizar dos veces al año: a finales de otoño (justo antes de las heladas) y en primavera. El hecho es que los tubérculos de alcachofa de Jerusalén se conservan mucho mejor en el suelo que en el sótano. Procese las hortalizas de raíz cosechadas de inmediato: cómelas o consérvelas, de lo contrario se marchitarán rápidamente y se cubrirán de moho.