Una ampolla es un pequeño recipiente de vidrio sellado diseñado para almacenar medicamentos. A primera vista, puede parecer que es imposible abrirlo con cuidado, pero en realidad no lo es. Si sigue reglas simples y practica un poco, puede abrir fácilmente cualquier ampolla.
Instrucciones
Paso 1
Tome la ampolla de medicamento que necesite. Asegúrese de verificar la fecha de vencimiento, ya que los medicamentos vencidos son extremadamente peligrosos para la salud. Haga clic suavemente en la ampolla con el dedo varias veces. Esto es necesario para que el medicamento se mueva desde la punta del matraz hasta el fondo.
Paso 2
Saque una lima de uñas especial, que generalmente viene en el kit, y lime la punta de la ampolla por todos los lados. Si compró el medicamento sin una caja, intente usar una lima de uñas normal. Como último recurso, puede utilizar un cuchillo de cocina normal.
Paso 3
Envuelva la ampolla con un paño, esto es necesario para que no se corte accidentalmente en los siguientes pasos. Rompa la punta de la ampolla presionando firmemente con el pulgar.
Paso 4
Sumerja la aguja de la jeringa en la ampolla para que su corte quede completamente sumergido en el líquido y comience a extraer gradualmente el medicamento. Tan pronto como vea que no queda suficiente, incline la ampolla horizontalmente, dé la vuelta a la aguja y presiónela tanto como sea posible contra el vidrio. Estos pasos le permitirán extraer el medicamento con un mínimo de burbujas de aire. Recuerde cambiar la aguja antes de administrar la inyección.
Paso 5
Muchos fabricantes de medicamentos importados producen ampollas que no necesitan archivarse. Se pueden distinguir por la presencia de un surco especial. Para abrir una ampolla de este tipo, basta con envolver la punta con un paño y presionar con más fuerza. Asegúrese de que el punto de ruptura esté en la parte superior, no en la parte inferior.
Paso 6
Si el medicamento no está destinado a inyecciones, sino a uso interno, en ningún caso transfundir o tomar el medicamento directamente de la ampolla, ya que pueden quedar pequeños fragmentos en ella. Extraiga el líquido con una jeringa y viértalo con cuidado en un recipiente limpio. Si es necesario (si esto no contradice las instrucciones), el medicamento se puede diluir o lavar con agua.