Ni una sola obra de gran tamaño puede prescindir de la preparación de una mezcla de hormigón. Para obtener la solución, se utiliza un dispositivo especial: una hormigonera. Su principio de funcionamiento no es tan complicado como podría parecer a primera vista.
Una hormigonera es un dispositivo con la ayuda del cual se crean morteros de hormigón y mezclas de cemento y hormigón. Esta unidad se usa en sitios de construcción, y no solo a gran escala, sino también en individuales (por ejemplo, la construcción de una casa de campo). La hormigonera permite mezclar cemento con agua, así como con rellenos como piedra triturada, arcilla expandida, arena, etc.
El principio de funcionamiento de una hormigonera
El dispositivo tiene dos partes principales: un recipiente para los elementos constituyentes de la solución y un mecanismo de mezcla. Este es un diseño estándar y no depende de las dimensiones de la propia hormigonera.
El mismo esquema de trabajo es bastante simple: los constructores llenan el tanque con las partes constituyentes del futuro concreto y encienden las cuchillas del mecanismo. Se necesitan de 5 a 15 minutos para mezclar el contenido, dependiendo del volumen de todos los componentes y la potencia de la hormigonera. Cuando el hormigón está listo, el dispositivo se detiene automáticamente. Para drenar la solución resultante, el recipiente de la hormigonera se acerca al tanque vacío y se inclina.
En la mayoría de los casos, estas unidades se fabrican en forma de tambor de doble cono. En su interior hay unas palas que permiten mezclar y verter la mezcla. Tal hormigonera es muy efectiva: permite mezclar no solo morteros comunes, sino también mezclas de concreto de mayor rigidez.
También hay dispositivos más potentes para hacer hormigón. Algunos de ellos tienen un modo de acción continuo, y otros permiten realizar una solución con un volumen de más de 300 litros. Estas hormigoneras se compran en plantas mezcladoras de hormigón. Además, se utilizan en plantas mezcladoras de hormigón.
Tipos de hormigoneras
Dichos mezcladores pueden tener diferentes principios operativos: gravitacionales y forzados. En el primer caso, los elementos constitutivos de la futura solución de hormigón se colocan en un tambor, que se sube y baja a su vez. Tales movimientos conducen al hecho de que las sustancias se mezclan y se forma el producto terminado. Las hormigoneras de este tipo se pueden desmontar en partes separadas. Esta función le ayuda a mover su dispositivo a una ubicación diferente si es necesario.
Si hablamos de una hormigonera de acción forzada, los componentes de la solución se mezclan con cuatro palas. Para drenar la mezcla terminada, mueva el obturador hacia atrás, habiendo preparado previamente un recipiente libre.