Los dispositivos en una caja metálica que consumen electricidad pueden recibir energía si el aislamiento está dañado. Esto representa un peligro para la vida humana. Para evitar descargas eléctricas, se utiliza una conexión a tierra de protección, que elimina el potencial de las carcasas de los instrumentos.
¿Para qué sirve la conexión a tierra de protección?
La esencia de la conexión a tierra de protección es crear una conexión entre los elementos metálicos del equipo y la tierra. En el estado normal, los dispositivos no están energizados, pero la situación cambia cuando se produce un daño en el aislamiento en una de las secciones del circuito. Un circuito de protección diseñado deliberadamente ayuda a prevenir accidentes.
Los estándares eléctricos requieren que se realice una conexión a tierra de protección en todas las áreas donde existe un mayor riesgo de descarga eléctrica, así como en instalaciones al aire libre donde se usan voltajes por encima de cierto nivel. La conexión a tierra se monta de tal manera que puede proporcionar una conexión a tierra para todos los bastidores de equipos, devanados secundarios de transformadores, cubiertas de cables y accionamientos de unidades eléctricas.
La fiabilidad de la conexión a tierra se garantiza creando una conexión eléctrica eficaz con baja resistencia. En este caso, en el momento en que una persona toca el cuerpo del dispositivo, la corriente no fluirá a través del cuerpo y no causará una lesión potencialmente mortal. Para que la corriente fluya a través del suelo, es necesario tener un circuito permanentemente cerrado, lo que garantizará la creación de un sistema de puesta a tierra de protección.
¿Cómo funciona la conexión a tierra de protección?
La puesta a tierra de protección de alta calidad se realiza de dos maneras: utilizando conductores artificiales tendidos para la red de puesta a tierra, así como utilizando elementos naturales, que pueden ser estructuras metálicas que inicialmente tienen un propósito diferente. Desde el punto de vista constructivo, los elementos de protección de puesta a tierra están en el suelo o sobresalen de él. En este último caso, los detalles de la estructura deben ser claramente visibles, por lo que suelen estar pintados de negro.
El sistema de puesta a tierra de protección consta de dos partes. El primero de ellos es el suelo, que se evalúa por su resistividad. Esta característica está determinada por el grado de humedad en la tierra y su temperatura. Durante el año, la resistividad del suelo puede variar significativamente, afectando la función protectora del sistema de puesta a tierra.
Otra parte del sistema son los electrodos de tierra, es decir, uno o más electrodos conectados entre sí. Estos elementos están constantemente en el suelo, lo que garantiza un contacto fiable entre los objetos a conectar y el suelo. Un grupo de elementos, que incluye varios electrodos de tierra metálicos, forma un sistema único llamado bucle de tierra.
