Una de las zonas acuáticas más peligrosas del mundo es el golfo de Adén, frente a las costas de Somalia. Es aquí donde tienen su base casi la mitad de los piratas de todo el mundo, y cada año se producen decenas de ataques a barcos mercantes.
En 2008 comenzó una lucha intensificada contra los piratas. Fue a partir de este momento que la Unión Europea lanzó la operación naval Atalanta. Inicialmente, la misión estaba planeada para operar hasta finales de 2013, pero en febrero de 2012 se decidió extender la operación antipiratería por un año más.
La misión involucra buques de guerra, principalmente fragatas, de dieciséis países europeos, así como barcos de la Armada rusa. Patrullan y escoltan a los buques mercantes que llevan ayuda humanitaria de la ONU a Somalia. Hasta 7 barcos participan en el patrullaje al mismo tiempo, alternando constantemente. Además, a partir del segundo semestre de 2012, el avión ucraniano AN-26 participará en las acciones.
Desde 2009, la OTAN ha anunciado el lanzamiento de la operación naval Ocean Shield. Como parte de esta campaña, los barcos de la OTAN se han unido a la coalición de la UE y están ayudando a controlar la peligrosa región. Además, el objetivo de Ocean Shield es ayudar a los países de la región a desarrollar y adoptar sus propias medidas contra la piratería. La misión de la OTAN también se amplió hasta finales de 2014.
Cuando se detecta a los piratas, los barcos de guerra se apresuran al lugar del ataque y los expulsan con disparos de advertencia. La mayoría de las veces, esto es suficiente y los piratas se van apresuradamente. Si logran abordar el barco, el ejército no interviene, temiendo por el destino de la tripulación.
Hoy, se está discutiendo activamente la posibilidad de destruir las bases piratas ubicadas en la costa de Somalia. Se está estudiando cuidadosamente la necesidad de ampliar el mandato de las fuerzas que participan en la Operación Atalanta y el cumplimiento de tales cambios con los requisitos del Consejo de Seguridad de la ONU. Las condiciones para abrir fuego serán extremadamente duras, estamos hablando solo de ataques puntuales desde aviones o barcos, sin aterrizar un contingente militar en tierra. Debe descartarse por completo el peligro de víctimas civiles.