Una almohada no es un rectángulo ordinario hecho de tela rellena de material suave, sino un fiel compañero que sostiene nuestra cabeza en la posición correcta durante más de un tercio de nuestra vida. Solo unas pocas personas prestan atención a la elección de la ropa de cama, de la que depende directamente la calidad de la noche de sueño.
Instrucciones
Paso 1
Al elegir una almohada, es principalmente necesario prestar atención a su altura y rigidez. Y también tenga en cuenta su posición favorita para dormir y sus características anatómicas. En cualquier caso, puedes estar seguro de que si duermes sobre una almohada incómoda, corres el riesgo de sufrir graves problemas en el cuello y la espalda, y esto provoca una sensación de malestar inmediatamente después de despertar. Durante el sueño, su columna debe estar en una posición libre y relajada, comenzando por la columna cervical.
Paso 2
Al elegir una almohada, debe prestar atención a su tamaño, debe ser de aproximadamente 22x17, es decir, debe corresponder al ancho de sus hombros y, lo más importante, no debe permitir que su cabeza se resbale durante todo el sueño.
Paso 3
La altura de la almohada es fundamental. Dado que la almohada es alta o demasiado pequeña, puede aumentar la curvatura del cuello (lordosis cervical) y la espalda (cifosis). Si deja caer la cabeza hacia atrás desde una posición sentada, entonces el cuerpo ciertamente tomará la posición incorrecta. Y como resultado de dormir en esta posición, se forma una mala postura, un endurecimiento de los músculos que sostienen la cabeza, lo que lleva a un dolor severo en el cuello y la espalda. Una almohada alta también hace que la columna vertebral adopte una posición incorrecta durante el sueño, lo que posteriormente causa muchos síntomas desagradables después de despertarse.
Paso 4
La altura de la almohada está directamente relacionada con la rigidez. Si la almohada es muy suave, entonces el cuello simplemente se hundirá, y si está muy rígido, los músculos del cuello se estirarán. En ambos casos, las vértebras están en la posición incorrecta. De esto podemos concluir que si le gusta dormir boca arriba, entonces debe elegir una almohada de dureza media, y si está de lado, entonces es mejor tomar una bastante dura. Las almohadas demasiado blandas suelen provocar una mala circulación sanguínea durante el sueño, lo que tiene un efecto negativo sobre la elasticidad de la piel, amenaza con edema y arrugas tempranas.
Paso 5
La elección del material de la almohada también es muy importante. Las personas con asma o alergias deben tomar decisiones muy cuidadosas, especialmente cuando se acercan a las clásicas almohadas de plumas de ganso o pollo. Dado que a menudo conducen a la colonización de ácaros del polvo, lo que provoca el desarrollo de alergias. Los pacientes hipotónicos necesitan dormir sobre almohadas de poliéster acolchado, plumón o plumas, que proporcionan un buen flujo sanguíneo a la cabeza durante toda la noche. Las personas con presión arterial alta duermen mejor en almohadas de plumas altas. Los materiales como el poliéster, el winterizer sintético son muy cómodos para dormir y, además, son de bajo costo y se pueden lavar fácilmente a máquina.
Paso 6
Las almohadas ortopédicas brindan un sueño de la más alta calidad y más saludable. Gracias al tejido especial de la malla, permiten distribuir el peso corporal para que coincida con la curvatura correcta de la columna cervical. Estas almohadas están equipadas con un sistema "antiácaros", que le permite combatir la reproducción de los ácaros del polvo y garantizar un sueño higiénico y saludable.