¿Qué le sucede a una persona después de su muerte? ¿La vida realmente termina ahí? ¿O sigue existiendo una sustancia sutil no material llamada alma? Estas preguntas han preocupado a la gente durante muchos milenios. La ciencia moderna da una respuesta negativa inequívoca a la cuestión de la existencia póstuma, aunque hay otras opiniones.
¿Qué hay detrás de la última línea?
La investigación moderna se reduce a afirmar el hecho de que no hay evidencia inequívoca de la ausencia o presencia de una existencia póstuma. La ciencia fundamental, en principio, no se dedica a la investigación en este ámbito, porque la cuestión de la existencia de un alma inmortal va más allá del ámbito del conocimiento científico, siendo el ámbito de las visiones teológicas.
Y, sin embargo, hay especialistas que estudian meticulosamente los relatos de testigos presenciales que pueden atribuirse a la experiencia de la experiencia trascendental y la permanencia en el mundo espiritual. Como regla general, tales condiciones ocurren con la muerte clínica. En este momento, la vida de una persona, literalmente, pende de un hilo.
Se cree que en un estado de muerte clínica, el alma abandona el cuerpo y entra en contacto con entidades trascendentales, y luego de tal contacto espiritual regresa.
Los científicos serios explican tal experiencia individual con razones bastante razonables: una violación del suministro de sangre y un mal funcionamiento del aparato vestibular, que conduce a alucinaciones inevitables, engaño de la percepción y un trastorno general de la conciencia. Los científicos que son menos escépticos han compilado una lista específica de experiencias asociadas con la muerte clínica.
Aquellos que han experimentado un regreso a la vida en algún momento generalmente tienen dificultades para describir su condición. Pero casi todos están seguros de haber visitado el otro mundo, que es casi imposible de describir con palabras, basándose en la experiencia terrenal y en términos familiares. Por lo general, los moribundos podían escuchar claramente todo lo que sucedía a su alrededor e incluso veían su cuerpo de costado.
Las visiones a menudo iban acompañadas de hermosa música. La mayoría de las veces en las descripciones había una imagen de un túnel, al final del cual se veía una luz muy brillante, que causaba una sensación de paz y tranquilidad.
La vida después de la muerte: demasiado pronto para poner fin
Los científicos siempre se esfuerzan por operar con hechos y evidencia objetiva, lo que sugiere la posibilidad de verificación durante el experimento. Esa dimensión espiritual, en la que supuestamente existe un alma inmortal, no es un objeto del mundo material, carece de características físicas. Por lo tanto, ningún sensor sensible es capaz de determinar con qué están lidiando quienes están experimentando experiencias trascendentales.
Resumiendo lo dicho, podemos resumir que en un futuro próximo difícilmente será posible poner fin a la cuestión de la existencia de la vida después de la muerte. Los científicos materialistas niegan la posibilidad de una existencia póstuma y no reconocen el concepto mismo de "alma". Aquellos que creen en la existencia de otras dimensiones de la realidad nunca se contentarán con los cálculos más rigurosos, armoniosos y convincentes de los científicos.