El término "aguas neutrales" se refiere a los cuerpos de agua que se encuentran fuera de las fronteras de los estados. Estos pueden ser océanos, mares, ríos, lagos, aguas subterráneas e incluso pantanos.
Los mares y océanos fuera del territorio de los países también se denominan "mar abierto". Los barcos que navegan en aguas neutrales se rigen por las leyes del país cuya bandera está instalada en ellos. Si el barco está involucrado en actividades delictivas, como la piratería, cualquier país puede intervenir y ejercer jurisdicción.
¿De dónde vino el concepto de "aguas neutrales"?
Desde un punto de vista jurídico, el concepto de "aguas neutrales" debe su apariencia al abogado holandés Grotius. En 1609, su obra se publicó bajo el título "Mar libre". Cuando, a principios del siglo XVII, varios países, incluidos Portugal y España, comenzaron a reclamar el control total de todos los mares y océanos, los holandeses se rebelaron, ya que esto cortaría su capacidad para comerciar con muchos puertos extranjeros.
Grotius, pionero del derecho internacional, defendió el derecho a navegar en alta mar. Insistió en que el territorio de los mares era gratuito para todos y que los barcos podían navegar libremente de un puerto a otro.
En sus declaraciones, Grocio se basó en el derecho romano y las costumbres de la navegación marítima en Asia y África.
Los límites de alta mar
La idea de que la libertad de movimiento en los mares debería extenderse a la costa nunca se materializó. La cuestión de hasta dónde deberían extenderse las aguas interiores ha suscitado mucha controversia. El peligro del contrabando y los ataques militares llevó a los países ribereños de los mares y océanos a exigir el derecho a las aguas ubicadas en sus costas.
A principios del siglo XVIII, las aguas internas del país se consideraban una distancia igual a tres millas. Era la distancia de una bala de cañón.
En 1982, se adoptó la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, un documento que confirma la situación actual. Según esta convención, cada país determina por sí mismo la anchura de las aguas interiores. La mayoría de los países han expandido este territorio a 12 millas (22,2 km). Suele denominarse "zona adyacente". Aproximadamente 30 estados han conservado el mismo ancho de 3 millas.
La convención también prevé la posibilidad de un derecho a una zona económica exclusiva. Es un área marítima de 200 millas (370,4 km) dentro de la cual el estado costero puede realizar exploraciones y tener acceso al uso de los recursos marinos. Al mismo tiempo, los barcos de otros estados pueden flotar libremente dentro de dicho territorio. No todos los países reclaman la zona económica exclusiva.
También existe el concepto de "zona contigua". Su ancho es de 24 millas (44,4 km). Dentro de esta zona, el estado tiene derecho a detener el barco y concertar una inspección, así como a ejercer jurisdicción si es necesario, es decir, si se violan las leyes de este país. Los cuerpos de agua que están más allá de todos los límites antes mencionados se consideran "mar abierto". También se les llama "aguas neutrales".