La búsqueda de sentido a la vida suele comenzar en la adolescencia y termina cuando la juventud se marcha. ¿Por qué buscar algo que no existe? - argumenta la persona. Simplemente vive, trabaja, cría hijos, construye una casa y planta árboles, a veces sin ver ningún significado especial detrás de todo esto. Lo hace simplemente porque es necesario. Y no todo el mundo piensa en quién es, dónde está y cuál es su lugar en este mundo.
Perderse. Vida mecanica
Entre las muchas tendencias filosóficas, hay una, casi olvidada, que afirma que la vida entera de una persona es un sueño. A pesar de su aparente absurdo, esta idea no carece de grano racional.
De hecho, una persona realiza muchas de sus acciones sin pensar en su significado, solo en piloto automático. A menudo no puede recordar lo que estaba haciendo hace un par de días, porque todos sus asuntos eran normales y tan familiares que los realizaba automáticamente, sin darse cuenta.
Muchas personas, agotadas por el trabajo y la rutina diaria, se comparan con robots, máquinas y no están lejos de la verdad. Al realizar las mismas acciones una y otra vez, no se dan cuenta de su significado profundo. Además, su conciencia no está activa en esos momentos: no son conscientes de sí mismos, no ven las consecuencias distantes de sus acciones, no se fijan metas globales.
Una vida así es realmente similar a un sueño. ¡Y algunas personas logran existir en este estado durante años! Una persona común, recordando el pasado, ve solo unos pocos episodios vívidos - estos son los pocos momentos en los que su conciencia estaba despierta, presente “aquí y ahora”. El resto de episodios se caen de la memoria, porque no fueron vividos y realizados plenamente, como en un sueño.
Para una persona que ha existido de esta manera año tras año, es bastante natural perderse a sí mismo, es decir vivir sin ser consciente de sus deseos, aspiraciones y metas. Una persona así estudia, forma una familia, trabaja porque “es necesario”. No se permite el tiempo y el trabajo para detenerse y responder a la pregunta: ¿quién "necesita"? ¿Y él personalmente lo necesita?
Despertar. Encontrarse
Pero en algún momento, una persona puede darse cuenta de que el precioso tiempo de la vida se va, y todavía está presente en él, como un invitado, como un transeúnte, cuyas huellas serán arrastradas por la lluvia y cubiertas de nieve. Y después de un par de generaciones, nadie recordará su existencia.
Se produce el llamado momento del despertar. Una persona llega a la conclusión de que para tener una vida plena es necesario pasarla conscientemente, y esta conciencia comienza con él mismo.
Poco a poco se estudia a sí mismo, las peculiaridades de su psique, comienza a rastrear sus propias emociones, aprende a sentir su propio cuerpo y luego a manejar los procesos mentales y físicos ya de manera consciente.
Una persona así ya está preparada para formular sus propios deseos y aprender a distinguirlos de los que le fueron impuestos desde el exterior: sociedad, padres, medio ambiente, etc.
El siguiente paso de una persona que comprende quién es, qué es y qué quiere es construir conscientemente su propia vida, lograr sus metas personales realizando acciones conscientes consistentes que lo llevarán al resultado esperado. Se trata de una persona así de la que podemos decir que se ha encontrado a sí mismo.