La vida no se puede volver atrás, se canta en una canción famosa. Una comprensión filosófica del tiempo, análoga a la letra de la canción, se refleja en la afirmación "no se puede entrar dos veces al mismo río".
La expresión “no se puede entrar dos veces al mismo río” se atribuye al antiguo filósofo griego Heráclito de Éfeso. Solo nos han llegado fragmentos de su tratado "Sobre la naturaleza". El tratado constaba de tres partes: "Sobre la naturaleza", "Sobre el Estado", "Sobre Dios".
Más completamente, esta frase se ve así: “No puedes entrar al mismo río dos veces y no puedes atrapar la naturaleza mortal dos veces en el mismo estado, pero la velocidad y la velocidad del intercambio se disipa y se acumula de nuevo. Nacimiento, origen nunca se detiene. El sol no sólo es nuevo todos los días, sino eterna y continuamente nuevo . Aunque no se puede dar fe de la autenticidad de la autoría, algunos estudiosos la disputan, por ejemplo, A. F. Losev.
También hay otra interpretación, que cambia un poco el significado filosófico: "En los ríos que entran en los mismos ríos, una vez uno fluye, otra vez otra agua".
¿Cómo se puede entender esta expresión
La expresión puede causar confusión si se percibe el río como un fenómeno estático, un concepto geográfico o topográfico. Sin ahondar en la filosofía, es difícil entender por qué es imposible entrar dos veces al río, por ejemplo, el Klyazma, si una persona se bañó, salió, se secó y decidió sumergirse nuevamente. En un sentido tan utilitario, la expresión pierde su significado.
Como mínimo, es necesario presentar el río como un ecosistema, entonces todo encajará en su lugar. Durante el tiempo en que una persona estaba en la orilla, se produjeron cambios irreversibles en el agua: algunos peces se comieron un gusano y el equilibrio de los organismos vivos cambió, una piedra cayó en algún lugar del agua y cambió el volumen del río. Incluso el patrón de las olas ha cambiado, al igual que el hombre mismo ha envejecido durante el tiempo que estuvo descansando en la orilla.
En este sentido, la expresión se acerca a la más familiar: "todo fluye, todo cambia". Cercano, pero no exactamente, ya que en la declaración de Heráclito se presta más atención al tema de la percepción.
Percepción de una declaración en un sentido práctico
Una persona que decide volver al pasado está condenada a ser lavada por “otras aguas”. No mejor, no peor, solo diferente. Esto carece de un elemento de edificación, por lo que la analogía con el proverbio ruso "no se puede pegar una taza rota" no es del todo correcta. Una taza pegada crea la apariencia de un bien pasado, pero una grieta te recordará constantemente un problema pasado.
Entrar en otro río no está relacionado de ninguna manera con experiencias de vidas pasadas, fracasos o éxitos. Una persona que decida volver nunca podrá repetir lo sucedido, e incluso las cosas estáticas habituales cambiarán, no solo la relación, sino que es posible que en una dirección positiva.