A pesar de que hoy en día ya no hay tanta prisa en el tema de la emigración al extranjero, que estuvo presente hace un par de décadas, sin embargo, una gran cantidad de residentes del espacio postsoviético todavía sueñan con una vida dulce en el extranjero. Estos sueños están alimentados por una serie de mitos que simplemente se formaron en la mente.
Instrucciones
Paso 1
Mito número 1. Salarios más altos en el extranjero. De hecho, si comparamos el salario medio de un residente medio de un próspero país europeo o de Estados Unidos, entonces sí, el salario es más alto. Sin embargo, al mismo tiempo, las facturas de servicios públicos y todo tipo de impuestos también son mucho más altas. No debe excluir las deducciones mensuales para varios tipos de seguro. Al final, no queda mucho. Además, los especialistas en algunas áreas, como, por ejemplo, tecnologías de la información, en las grandes ciudades rusas pueden recibir salarios que superan a los extranjeros.
Paso 2
Mito número 2. Encontrar un buen trabajo para un especialista de alto nivel en el extranjero no es un problema. Por supuesto, si eres un buen electricista o una mesera muy talentosa, siempre encontrarás trabajo. Si tiene un diploma, por ejemplo, un médico, pueden pasar años hasta que consiga confirmar sus calificaciones. Y esto se suma a la necesidad de aprobar un examen en un idioma extranjero: no importa lo maravilloso que sea un médico, no tendrá que comunicarse con los pacientes en su idioma nativo. ¿Y cuántos médicos hablan inglés o alemán al nivel para poder comunicarse? Entonces resulta que incluso el que dirigió el departamento en Rusia, en Occidente, al principio, solo podrá trabajar como enfermera.
Paso 3
Mito número 3. Puede llevar una vida normal en el extranjero incluso con las prestaciones por desempleo. Es cierto que vivir de las prestaciones por desempleo es ciertamente posible. Pero no se puede comprar una casa o un buen auto con ese dinero. Y no puedes enviar a un niño a la universidad. Para obtener este mismo beneficio, debe superar los umbrales. Para algunos, esto puede no ser un problema. Pero para una persona que tenía cierto estatus en casa y tiene al menos algún tipo de orgullo, esto será bastante humillante.
Paso 4
Mito número 4. Todo el mundo tiene las mismas oportunidades en el extranjero. Sí, los estados occidentales brindan casi las mismas oportunidades a sus ciudadanos. La palabra clave es nuestra. Y todo el que venga seguirá siendo un extraño para siempre. Al mismo tiempo, no hay que olvidar que cualquier inmigrante es un competidor de la población indígena, lo que significa que no puede dejar de provocar cierto disgusto. Al ser nombrado para un puesto directivo, en la mayoría de los casos se dará preferencia a "los nuestros" y no a "los de otra persona".
Paso 5
Esta lista puede continuar. En aras de la objetividad, vale la pena señalar que muchos de los que abandonaron su país pudieron encontrar un trabajo en un país extranjero. Pero aún hay más de los que no pudieron lograr una vida dulce.