Para la parte masculina de la población mundial, el afeitado diario se ha convertido en un hábito, cuyo seguimiento a menudo se asemeja a un trabajo duro. Pero si tiene la herramienta de afeitado adecuada a mano, todo el proceso de recorte de su rostro lleva unos minutos. Una de las invenciones útiles que hizo que el cuidado de la piel fuera más eficaz fue la maquinilla de afeitar desechable.
Cómo nacieron las navajas
En la antigüedad, se usaban métodos bastante exóticos para eliminar el vello facial. La piel fue raspada sin piedad con placas de piedra, que fueron reemplazadas por dispositivos de metal que parecían hojas de cuchillo. En algunas culturas, el cabello incluso se chamuscaba al fuego o se arrancaba junto con la resina de árbol aplicada previamente al bigote y la barba. Todos estos métodos requerían mucha habilidad y, a veces, coraje.
Solo a principios del siglo pasado se dio vida a la idea de crear un dispositivo de afeitado que combinara la eficacia de una navaja de afeitar y la facilidad de uso. El inventor y vendedor ambulante estadounidense Gillette, una vez más sometiendo su rostro al procedimiento de afeitado, descubrió cómo deshacerse de la necesidad de afilar regularmente la cuchilla. Para ello, desarrolló un dispositivo de afeitado con cuchillas reemplazables fijadas en un dispositivo especial.
Cuando la hoja se desafilaba, se podía cambiar muy rápida y fácilmente por una nueva, dejando la máquina vieja.
En unos pocos años, las maquinillas de afeitar de hojas intercambiables sencillas y fáciles de usar se vendieron en todo el mundo en cantidades récord, recibiendo las críticas más positivas de los clientes. Con el tiempo, el inventor tuvo fuertes competidores que buscaban activamente formas de reducir el costo de este sistema técnico, lo que podría aumentar la competitividad de la maquinilla de afeitar.
Máquina de afeitar desechable: económica y práctica
Unas décadas después de que se introdujera la primera maquinilla de afeitar con hojas reemplazables, se encontró una nueva idea. En ese momento, una amplia variedad de novedades desechables se usaban ampliamente en el mundo: plumas estilográficas, encendedores, platos, pañales de papel e incluso ropa. Solo quedaba un paso para comenzar a producir maquinillas de afeitar desechables que pudieran desecharse sin arrepentirse después de un solo uso.
La primera máquina de este tipo vio la luz a mediados de los años 70 del siglo pasado. Su principal diferencia era que la máquina tenía una parte de trabajo unida rígidamente al mango, que no necesitaba ser reemplazada por una nueva hoja. La principal ventaja de la maquinilla de afeitar actualizada es su costo extremadamente bajo. La máquina desechable hizo bien su trabajo solo una vez, después de lo cual podría desecharse. Sin embargo, si desea afeitarse con una máquina de este tipo, puede continuar, pero la comodidad y la eficiencia del procedimiento de afeitado con el uso repetido se reducen notablemente.
Los juegos que constan de varias máquinas desechables se utilizan ampliamente en la vida cotidiana.
La maquinilla de afeitar desechable se basa en el principio ampliamente utilizado en la práctica inventiva y llamado "fragilidad barata". Con este enfoque, el fabricante logra reducir significativamente el costo de desarrollar dispositivos "eternos", reemplazándolos con un conjunto de elementos baratos, sacrificando solo algunas cualidades del consumidor, en este caso, la durabilidad. La reducción de los costos de producción tiene un efecto positivo en la billetera del consumidor y el fabricante genera ganancias considerables debido a los grandes volúmenes de ventas.