Las primeras trampillas de alcantarillado aparecieron hace más de cien años y medio. En aquellos días, los servicios públicos comenzaron a desarrollarse activamente en las grandes ciudades. Los sistemas de alcantarillado se crearon a partir de pozos interconectados. Se utilizaron escotillas con tapas para cerrar los lugares por donde salían los pozos a la superficie. Al principio tenían una forma muy diferente, pero gradualmente la forma redonda suplantó a otros tipos de escotillas. ¿Por qué pasó esto?
Instrucciones
Paso 1
En el surtido de fundiciones, los pozos de alcantarillado de hierro fundido están lejos de ser los últimos. A fines del siglo XIX, existían muchas de estas empresas, y cada una de ellas producía escotillas para su propia ciudad o incluso distrito. No existían normas uniformes, existía una amplia variedad de formas y tamaños de productos de fundición. Por las tapas de las escotillas producidas en esos días, uno puede rastrear la geografía y los detalles de la economía urbana.
Paso 2
Con la aparición de los automóviles en las calles de las ciudades, se impusieron nuevos requisitos en las escotillas, pues los camiones pesados podían ejercer varias toneladas de presión sobre las tapas de los pozos de alcantarillado. Las escotillas comenzaron a diseñarse de acuerdo con la clase de carreteras, su propósito y la intensidad de los flujos de tráfico. Se empezaron a desarrollar normas relativas a las dimensiones de las escotillas, su forma y el peso admisible de las tapas.
Paso 3
Poco a poco, la trampilla de la cloaca adquirió la forma redondeada que hoy nos resulta familiar. Esas cubiertas que se instalaron en la calzada comenzaron a ser provistas de una sección de cola que sobresalía hacia el pozo, que servía como una especie de estabilizador. Tal dispositivo impedía que la tapa de la trampilla se deslizara hacia un lado cuando las ruedas del automóvil la golpeaban.
Paso 4
¿Por qué se elige la forma redonda para la mayoría de las escotillas? Hay varias razones para esto. En primer lugar, los productos de esta forma son muy fáciles de fabricar, requiere menos material que cualquier otro del mismo tamaño. En segundo lugar, la tapa redonda de hierro fundido es más fácil de transportar o incluso simplemente rodar de un lugar a otro.
Paso 5
Otro motivo se refiere a la seguridad en el funcionamiento de los pozos. El caso es que la tapa de la trampilla redonda en ningún caso puede caer al pozo, lo que se explica por las peculiaridades de esta forma geométrica. Pero la tapa cuadrada bien puede atravesar el cuello del pozo si su borde se coloca en la diagonal del cuadrado, lo que puede ser peligroso para la vida y la salud de los trabajadores al realizar trabajos de reparación y mantenimiento dentro de la estructura de ingeniería.
Paso 6
Sin embargo, todavía existen tapas de registro cuadradas o incluso irregulares en la actualidad. Como regla, corresponden en forma a los pozos que están diseñados para cerrarse. Al elegir una forma para una trampilla, los fabricantes a menudo se guían por el propósito de los pozos. Dichas estructuras de ingeniería se utilizan no solo en la construcción de sistemas de alcantarillado, sino también en la creación de sistemas de suministro de agua, redes de calefacción y gas.