El Mont Blanc es una enorme cadena montañosa ubicada en los Alpes occidentales en la frontera de Francia e Italia. Su tamaño se puede juzgar por el siguiente hecho: ¡el macizo tiene hasta 18 picos con una altitud de más de 4000 metros sobre el nivel del mar! El más alto de ellos tiene el mismo nombre: Mont Blanc, que se traduce del francés como "Montaña Blanca".
Durante mucho tiempo, todos los libros de referencia indicaron que la altura de la montaña es de 4807 metros, pero ahora el valor de 4810 metros se considera más confiable. Bajo este macizo se coloca un túnel de peaje de 11,6 kilómetros de longitud, con el que se puede cruzar la frontera franco-italiana.
La majestuosa belleza del Mont Blanc ha inspirado a personas creativas de generación en generación: artistas, escritores, compositores. Y luego el Mont Blanc se convirtió en un verdadero paraíso para los escaladores y aficionados al esquí alpino. En las inmediaciones del pico más alto de este macizo, se encuentra la famosa estación de esquí: la ciudad de Chamonix, donde se llevaron a cabo los primeros Juegos Olímpicos de Invierno en 1924. El valle de Chamonix, que tiene 16 kilómetros de largo, es legítimamente considerado uno de los lugares más bellos de Europa. En sus pistas abundan los senderos de cualquier categoría de dificultad, y en la propia localidad hay una gran cantidad de hoteles para todos los gustos y presupuestos. Los huéspedes de la ciudad pueden disfrutar del más alto nivel de servicio y, al mismo tiempo, de paisajes fabulosamente hermosos.
Sin embargo, donde están las montañas, hay peligro. "Asesinos blancos" - como se ha llamado a las avalanchas de nieve desde la antigüedad - el horror de los Alpes. Y la peor reputación, quizás, está en uno de los picos del macizo del Mont Blanc, una montaña con una altura de 4465 metros. Su mismo nombre dice mucho: Mont Maudit - "Montaña Maldita". En épocas anteriores, los vecinos creían que en ella vivían los espíritus malignos, que enviaban avalanchas a las personas que perturbaban su paz. Ahora es el siglo XXI, casi nadie cree en los espíritus, pero los habitantes del Valle de Chamonix aún afirman que es de esta montaña de donde suelen bajar las avalanchas más poderosas. Y estas no son palabras vacías: en 1991, una monstruosa avalancha que cayó desde la ladera del Monte Maldito destruyó 14 casas. Ahora esta tragedia recuerda a una gran cruz de piedra, erigida en el lugar donde alguna vez vivió la gente.