El trabajo industrial es a menudo peligroso y potencialmente mortal. Sitio de construcción, fundición, mina de carbón: todos estos lugares tienen condiciones especiales que requieren el cumplimiento de las normas de seguridad. Para estos fines, las normas de producción prevén el uso de dispositivos de protección especiales. Una de estas herramientas es un casco.
¿Para qué sirve un casco?
Las lesiones en la cabeza son comunes en entornos industriales. A menudo tienen consecuencias graves que pueden inhabilitar permanentemente al empleado. Una variedad de objetos que caen desde una altura pueden causar lesiones.
Tablas, vigas, otras cargas que se mueven por el aire, herramientas mal fijadas, todo esto puede provocar lesiones laborales.
¿Cuál es el riesgo de caer sobre la cabeza de objetos masivos? Esto puede provocar fracturas graves de los huesos del cráneo e incluso de las vértebras cervicales. Es posible un daño cerebral extenso sin desplazamiento y fractura ósea, lo que en sí mismo puede causar hemorragia interna e interrumpir el funcionamiento de varias partes del cerebro. Debe recordarse que incluso una ligera conmoción cerebral no desaparece para una persona sin consecuencias.
Para proteger la cabeza del trabajador durante el trabajo de producción, comenzaron a usar cascos protectores. Por primera vez, estos dispositivos han aparecido en industrias donde se dedican a la extracción de minerales. Posteriormente, los cascos comenzaron a ser ampliamente utilizados en la industria de la madera, la construcción y la metalurgia. Esto hizo posible reducir significativamente las lesiones industriales y salvó más de una vida.
Casco: protección eficaz para la cabeza
Las normas de seguridad prescriben el uso de cascos siempre que exista riesgo de lesiones a una persona por la caída de objetos en la cabeza. Sin embargo, tenga en cuenta que una proporción significativa de lesiones en la cabeza se produce cuando un objeto extraño golpea desde un lado en lugar de verticalmente. Esta característica también se tiene en cuenta al desarrollar varios diseños de cascos protectores.
Pero la protección contra golpes no es el único propósito del casco. También puede proteger contra otros efectos negativos, como descargas eléctricas, quemaduras por ácido o altas temperaturas.
Los cascos de seguridad para trabajadores de diferentes especialidades tienen diseño propio y están fabricados con los materiales más adecuados: polietileno, plástico vinílico, textolita o fibra de vidrio.
El casco está diseñado para que pueda limitar la fuerza del impacto y distribuirlo sobre un área grande. Para ello, los cascos están equipados con un dispositivo amortiguador que sigue la forma de la cabeza. El cuerpo de este equipo de protección es muy sólido, dándole una forma redondeada y estilizada que no tiene esquinas afiladas. El casco está fabricado de tal manera que puede soportar una deformación severa. Los accesorios internos del dispositivo son muy efectivos para absorber la energía del impacto.