En los años 90, surgió en Rusia una tradición viciosa, que hasta el día de hoy no ha sido eliminada: idealizar a Estados Unidos. La creación de una imagen cautivadora de la vida en el extranjero fue facilitada en gran medida por las películas de Hollywood, un "componente" obligatorio de las cuales eran bellezas esbeltas y chicos atléticos. Pero la realidad está lejos de los ideales de Hollywood.
Los rusos que visitan Estados Unidos se sorprenden de la cantidad de personas con sobrepeso que hay. Los estadounidenses tienen una visión completamente diferente de esto: una persona que en Rusia se consideraría con sobrepeso se considera bastante normal en los Estados Unidos.
Hasta cierto punto, esto se debe al bienestar económico del país: no importa lo que digan sobre los "trastornos metabólicos", una persona hambrienta no engorda. Los antibióticos también juegan un papel importante al interrumpir la producción de sustancias que regulan el apetito y la saciedad. Pero la propagación masiva de la obesidad es causada por algunos de los comportamientos alimentarios arraigados en el modo de vida nacional.
Libertad y tolerancia
Una de las causas de la obesidad es la notoria libertad estadounidense. En los Estados Unidos, este concepto se ha elevado a un culto. Pero la libertad llevada al extremo del absurdo se convierte fácilmente en permisividad. La justicia de menores echa leña al fuego: los padres temen prohibir que un niño coma un helado extra o beba un vaso de Coca-Cola.
Formada en la infancia, la actitud ante la comida como un placer sin restricciones permanece en el estado adulto. Un turista ruso preguntó a una mujer estadounidense muy regordeta por qué sigue comiendo grandes porciones de papas fritas, sabiendo cuánto daño le hacen a su salud y figura. "No me importa", respondió la mujer. "Yo vivo una vez."
Otro ídolo estadounidense es la tolerancia. En las escuelas rusas, los compañeros de clase se burlan de los niños con sobrepeso, lo que los anima a luchar contra el sobrepeso; en los Estados Unidos, las personas que ya están en edad escolar aprenden que no se debe reír de los enfermos. El sobrepeso en Estados Unidos se ve precisamente como una enfermedad: el estado gasta mucho dinero en subvenciones a biólogos que buscan "genes de obesidad".
Estilo de vida
Una de las principales características del estilo de vida estadounidense es la tensión, un ritmo acelerado. Un estadounidense siempre tiene prisa, debido a esto, durante el día no tiene tiempo no solo para cocinar una comida completa, sino también para comer en un ambiente relajado. Las personas se ven obligadas a tomar un refrigerio a la carrera, y para ello lo más conveniente es comer tartas, hamburguesas y todo lo demás que se denomina colectivamente "comida rápida". La comida rápida barata contiene soja y aceite de palma en abundancia; estos alimentos conducen fácilmente a la obesidad.
Muchos estadounidenses pueden comer bien solo por la noche, y atiborrarse por la noche es un camino directo al exceso de peso.
Hay tantas personas involucradas en deportes en Estados Unidos como en otros países, y no son obesas. Pero en Rusia, incluso una persona antideportiva tiene menos probabilidades de engordar: la distancia que un ruso caminará a pie, un estadounidense viajará en automóvil.
Cabe señalar que, aunque Estados Unidos conserva la posición de liderazgo en términos de número de personas obesas, otros países ya lo están alcanzando, incluida Rusia. El número de personas obesas está aumentando en todos los países desarrollados.