Las fuertes lluvias van acompañadas periódicamente de tormentas eléctricas, descargas eléctricas en la atmósfera en forma de relámpagos y truenos. Este fenómeno atmosférico puede ser extremadamente peligroso para los humanos, por lo que es necesario saber cómo comportarse en una tormenta.
La mayoría de los rayos golpean solo la atmósfera superior al nivel de los cúmulos, pero también pueden golpear el suelo. En este caso, la persona que está cerca es extremadamente arriesgada. La corriente del rayo puede alcanzar decenas de miles de amperios. Con un impacto directo, el riesgo de muerte es de alrededor del 10%. En otros casos, es probable que se produzcan quemaduras graves y disfunción de los órganos principales.
Además, las tormentas eléctricas causan daños importantes a la propiedad. Los rayos pueden provocar un incendio si golpean un edificio o un árbol, y también pueden dañar las líneas eléctricas, interrumpiendo el suministro de energía. Las tormentas eléctricas suelen ir acompañadas de fuertes vientos, hasta un huracán o un tornado, lo que trae consigo una destrucción adicional.
Las descargas de rayos también son peligrosas para varios tipos de transporte. El riesgo es especialmente grande para los aviones. El problema se resuelve realizando cambios de diseño en las aeronaves para minimizar los posibles daños, así como prohibiendo los vuelos con nubes de tormenta.
Para los grandes barcos modernos, las tormentas eléctricas son prácticamente seguras. Pero el riesgo sigue siendo para las embarcaciones pequeñas: veleros y yates. Por lo tanto, es recomendable que sus propietarios no se hagan a la mar en una tormenta fuerte.
Puede protegerse del peligro observando las reglas de precaución. Durante una tormenta, no se puede nadar en aguas abiertas. El agua es un excelente conductor de electricidad y usted puede lastimarse fácilmente incluso si se encuentra lejos del lugar donde cayó el rayo. Evite estar en áreas abiertas como un campo. Si una tormenta lo toma por sorpresa, intente esconderse entre los arbustos o acuéstese en el suelo. No se pare debajo de un árbol solitario: cuanto más alto es el objeto, más probabilidades hay de que atraiga una descarga.
Los edificios deben protegerse instalando pararrayos. La conexión a tierra de los electrodomésticos es necesaria, especialmente en hogares privados. Tales medidas ayudarán a evitar que los rayos caigan en la casa.