La mayoría de las gomas de mascar, en lugar de la protección de dientes y encías prometida por numerosos comerciales, tienen un efecto negativo en la cavidad bucal, provocando caries y otras enfermedades. Esto se debe al contenido de componentes dañinos en ellos. Sin embargo, también es cierto que masticar chicle puede ayudarlo a deshacerse del mal olor, limpiar su boca y ayudarlo a mantenerse concentrado.
De la historia del chicle
El prototipo del chicle de hoy ya existía en la Edad de Piedra, luego la gente mezclaba la corteza de los árboles con resina y masticaba la mezcla resultante. Para evitar que la goma de mascar sea demasiado amarga, a veces se le agrega miel. Así que limpiaron y fortalecieron sus dientes. Los griegos usaban la corteza del árbol de lentisco o cera de abejas para estos fines. Las tribus mayas masticaban caucho y los habitantes de Siberia masticaban alerce.
A pesar de la abundante evidencia de formas antiguas de goma de mascar, se cree que fue inventado y creado por primera vez por el estadounidense William Finley Semple. Ocurrió el 28 de diciembre de 1869. La patente fue emitida por una combinación inventada de caucho con tiza, carbón y varios sabores. Semple creía que su goma de mascar podría usarse durante mucho tiempo, al menos un mes. El descubridor nunca se ha dedicado a la producción de chicles en volúmenes industriales.
El primer aparato para la producción de chicle fue creado en 1871 por el estadounidense Thomas Adams. Abrió su propio negocio y lo desarrolló con éxito. En la URSS, la goma de mascar comenzó a producirse en la década de 1970.
Producción de chicle
La mayoría de los chicles contienen los siguientes ingredientes:
- látex: la parte principal de la goma de mascar;
- sabores, naturales e idénticos a ellos;
- tintes;
- edulcorantes: azúcar, acesulfamo-K, aspartamo, sorbitol o silitol.
La goma de mascar se elabora con una batidora industrial. En él se coloca una base, en cuya composición al menos el 80% de caucho. Durante el proceso de amasado, se agregan ciertos edulcorantes a la masa (el sorbitol es el edulcorante más popular en la producción de chicle en la actualidad). En ocasiones, los fabricantes agregan sustancias como calcio, vitamina C, carbomita (un producto que fortalece los dientes) y todo tipo de saborizantes al producto.
La siguiente etapa está rodando. Una especie de masa en una capa gruesa cae debajo de la extrusora (el equipo es similar en apariencia y propósito a un rodillo), y sale delgada y con límites marcados de almohadillas futuras. Luego, dentro de 2 días, se deja que la masa se asiente y se endurezca. Después de eso, un aparato especial lo corta en partes separadas.
En el caso de los chicles glaseados, el siguiente paso es glasear las almohadillas ya separadas. El proceso de glaseado es bastante largo: lleva al menos 8 horas. Luego, el producto se seca en cámaras especiales. Entonces todo lo que queda es clasificar y empaquetar los productos recibidos en paquetes. Los fabricantes que valoran su reputación son muy responsables de las últimas etapas, porque solo los chicles de alta calidad deberían llegar a los estantes de las tiendas.