Las relaciones humanas son una red compleja. A menudo, la bagatela más perfecta conduce a una gran disputa. Al respecto, la sabiduría popular dice: un mundo malo es mejor que una buena pelea.
Nivel de conflicto
La disputa, a la que dio lugar el conflicto de intereses, puede ser tanto a nivel interpersonal del hogar como entre grupos de personas, países e incluso asociaciones de países. ¿Cuál es la diferencia entre una disputa familiar y un conflicto internacional? ¿Es la sabiduría popular aplicable y relevante en todos los casos?
Conflictos familiares
La vida familiar es un camino difícil y espinoso, cuando dos personas separadas viven juntas, adaptándose entre sí. A menudo, uno de los cónyuges, en contra de sus intereses, tiene que encontrarse con el otro. Sin embargo, esto no siempre es fácil. Por supuesto, es mejor intentar abstraerse cuando se está gestando una disputa familiar. Puede ir al cine, pasear por el parque, charlar con amigos sobre temas ajenos. Tal distracción del conflicto atrasado permitirá a los cónyuges enfriar su ardor hasta cierto punto y pensar: ¿vale la pena? Después de todo, a menudo las peleas nacen por pequeñas cosas que no merecen atención. Aquí la sabiduría "un mundo malo es mejor que una buena pelea" es perfectamente aplicable.
Sin embargo, este método no es aplicable a todas las parejas casadas. Y aquí es cuestión de temperamento. Para algunos cónyuges, desahogarse es simplemente vital. El grandioso escándalo con la rotura de platos trae paz y tranquilidad al hogar de su familia. Desde fuera parece que esto no es la vida, sino una pesadilla continua. Pero expresan sus sentimientos en riñas. En este caso, es preferible una buena pelea, ya que su función no es romper relaciones, sino fortalecerlas.
A veces la situación es tan tensa y causa tanto sufrimiento y angustia a las partes que una "mala paz" es simplemente imposible aquí, y es probable que una "buena pelea" termine en el colapso de la familia.
Conflictos a gran escala
Las llamadas "disputas buenas" también pueden surgir entre países individuales o sus sindicatos. Pero a diferencia de las disputas familiares, conllevan graves consecuencias asociadas con pérdidas humanas y de otro tipo a gran escala. Y si para el país la muerte de varios cientos de miles de personas no juega un papel especial, entonces para la propia gente es una gran tragedia. Y la restauración de la economía y la estabilidad política en el país después de tales conflictos, que generalmente resultan en guerras, requiere mucho tiempo y esfuerzo. A menudo surge la pregunta: ¿el país victorioso realmente logró una victoria brillante o aún sufrió una derrota? En las relaciones internacionales, la sabiduría popular, según la cual una mala paz es preferible a la pelea más amable, es muy bienvenida.