Una persona mezquina es alguien que concentra su atención en los detalles sin darse cuenta de cosas más importantes. La mayor parte de su tiempo lo consume la vanidad, los pequeños problemas, la ansiedad por las nimiedades. Varios detalles ocupan tanto la conciencia de tal persona que la imagen general no se forma en su cabeza. Tacañería, mezquindad filistea: todo esto no le permite al individuo elevarse por encima del bullicio, sentir el sabor de la vida y, no menos importante, alcanzar alturas reales en ella.
La mezquindad en hombres y mujeres
La mezquindad es quizás la peor característica que las mujeres pueden dar a algunos hombres. De hecho, los representantes del sexo más fuerte se sienten atraídos por cualidades completamente diferentes: la generosidad del alma, los gestos amplios y las obras hermosas. Difícilmente se pueden esperar de una persona mezquina. Además, un hombre así suele ser tacaño no solo con los regalos, sino también con las manifestaciones de sentimientos.
Sin embargo, no es infrecuente que la mezquindad sea inherente a las mujeres en menor medida. Y esta cualidad tampoco es muy popular entre los hombres, ya que estas mujeres encuentran fallas en las bagatelas, se distinguen por la codicia y el egoísmo. Pero los representantes del sexo más fuerte también buscan algo completamente diferente en las mujeres: comprensión, paciencia, belleza del alma. No subestimes la mezquindad: puede empeorar e incluso destruir las relaciones, provocar resentimientos mutuos y malos entendidos entre las personas.
Características del carácter de una persona mezquina
Puede ser mezquino no solo en la vida cotidiana, sino también en las relaciones con sus seres queridos, seres queridos. Es entonces cuando los obsequios, muestras de atención, expresiones de simpatía, ternura, etc. susceptible de control, contabilidad estricta, ingresado mentalmente en el registro y emitido en una dosis estricta y en un horario. Rosas - solo el 8 de marzo, fregado - el domingo, sexo los jueves, chuletas los viernes, etc.
La mezquindad también se manifiesta en la envidia. Para demostrar su valía, esa persona busca fallas menores en otra y las infla a proporciones enormes. La envidia puede convertirse en venganza.
Una persona que se destaca por su mezquindad suele ser susceptible y vengativa. Acumula malos recuerdos de falta de ayuda, descuidos, críticas, bromas crueles, no reconocimiento de méritos, etc.
La mezquindad es el lado opuesto de una cualidad como la distracción. Ambos extremos pueden conducir a varios problemas cotidianos. Por ejemplo, una persona mezquina puede controlar con mucho cuidado el orden en su hogar, completamente ajeno a los sutiles problemas psicológicos de otros miembros de la familia. La tarea que hace el niño es más importante para él que el que el escolar tenga serios complejos. Sin embargo, esto no significa que esa persona sea mala por naturaleza. Es demasiado miope.
Varias pequeñas cosas le roban la sensibilidad psicológica y el tiempo a una persona mezquina. Se da cuenta de una mota extra y cuenta cada centavo, pero no ve tristeza en los ojos de sus seres queridos. Intenta controlar y racionalizar todo, rechazando las decisiones espontáneas, los impulsos más fuertes del alma, la inspiración, todo lo sublime y bello, como un capricho privado de utilidad.
Por lo tanto, es especialmente útil que las personas pequeñas se relajen, así como que hagan algo inusual. Sueña más, mira más a menudo a tus seres queridos a los ojos, escucha tus sentimientos, alma. Y luego la mezquindad se puede transformar en afecto y frugalidad, cualidades positivas que pueden fortalecer a cualquier familia.