Elegir un regalo es un asunto bastante complicado, ya que a su nuevo dueño le debería gustar. Además, se deben tener en cuenta varios signos populares, que expresan muy claramente el significado del regalo.
La gente dice que dar un cuchillo es un mal augurio. Esta superstición vino del pasado profundo y es conocida por casi todas las personas modernas. No debe elegir como regalo no solo cuchillos, sino también todos los demás objetos perforantes y cortantes. Las personas que vivieron en la antigüedad creían que las esquinas afiladas y los bordes cortantes ya eran muy aficionados a los espíritus malignos. Por lo tanto, junto con el cuchillo o la daga presentados, un espíritu maligno también pasa a la persona como un regalo, lo que puede llevar a consecuencias muy tristes. Este antiguo presagio ha llegado hasta nuestros días de una forma ligeramente modificada y más simple. Se cree que un cuchillo provoca peleas, dolores y desgracias en la vida de una persona que se ha convertido en su nuevo dueño. En la mayoría de los casos, estos desacuerdos surgen precisamente entre el donante y el propietario del regalo. Por lo tanto, al elegir incluso un pequeño cuchillo decorativo para la donación, tenga mucho cuidado y analice cuidadosamente todas las posibles consecuencias. Después de todo, las leyes místicas dicen que las peleas fuertes y la enemistad entre las personas a menudo conducen a apuñalamientos, cuyo personaje principal es solo el cuchillo presentado. Si no cree en los presagios antiguos, considerándolos "cuentos de la abuela", entonces piense en un problema más. Existe una gran posibilidad de que la persona a la que le presenta el cuchillo conozca tal advertencia. En este caso, es poco probable que sienta simpatía por ti. El cumpleañero puede sentir que buscas deliberadamente traer problemas y tristezas adicionales a su vida, y es poco probable que esto fortalezca tu relación. De hecho, hay una salida. Después de todo, un cuchillo no puede considerarse prohibido si no es un regalo. Por lo tanto, puede exigirle a una persona que le pague, y no importa cuánto, ni siquiera un centavo. En este caso, se puede pasar por alto la superstición y convertir un regalo peligroso en una hermosa compra. Nadie sabe cuán verdaderas son las supersticiones antiguas. En cualquier caso, tenga cuidado al elegir un regalo y trátelo con toda la responsabilidad posible: no debe volver a arriesgar la amistad y el respeto de una persona querida.