La pedagogía es una ciencia que incluye siglos de experiencia en la enseñanza y la educación. El educador social hace una gran contribución al proceso educativo y de crianza. La experiencia en esta área también ayuda al propio maestro en la vida.
La pedagogía social como rama de la pedagogía
La pedagogía es un trabajo arduo todos los días que le enseña al maestro un comportamiento ejemplar y un alto autocontrol. Un maestro social es exigente de sí mismo, está en una búsqueda continua de la solución adecuada, porque su tarea es transferir conocimientos y formar una personalidad desarrollada armónicamente.
La pedagogía social en su conjunto, como arte de enseñar y educar, ayuda a orientar el pensamiento del docente hacia el establecimiento de relaciones sociales en la sociedad. El educador social trabaja con niños y adolescentes de familias desfavorecidas, de bajos ingresos o numerosas, así como con sus padres. Sus actividades están orientadas a solucionar problemas personales y sociales de niños, niñas y adolescentes, ayudándoles a proteger sus derechos y libertades.
El educador social contribuye a la creación de un ambiente de bienestar psicológico, seguridad; toma medidas para proteger sus derechos y libertades. Entonces, la pedagogía social brinda una experiencia importante en el campo de las relaciones, al explicar las características en el comportamiento de una persona y sus motivos, muestra las formas y métodos de resolver problemas.
La pedagogía social proporciona al educador una importante experiencia de vida en la resolución de problemas
Por supuesto, esta actividad deja una especie de huella en el pensamiento y el comportamiento del profesor. Así, la mentalidad profesional establece actitudes y valores al docente social, desarrolla cualidades personales y profesionales útiles.
La pedagogía social enseña resistencia, paciencia y perseverancia. Después de todo, trabajar con niños de familias problemáticas es un gran trabajo. Los alumnos de centros de rehabilitación, instituciones educativas y otras, sin duda, necesitan corregir su comportamiento para que en el futuro puedan encontrarse en la vida y convertirse en ciudadanos respetables.
El educador social comprende que los niños traumatizados necesitan ayuda. Los alumnos de familias desfavorecidas no excluyen la posibilidad de desarrollar trastornos mentales, que en el futuro pueden conducir a comportamientos asociales en la sociedad y acciones ilegales. El maestro participa en la educación moral de esos niños para que aprendan las normas y prohibiciones morales y descubran la riqueza espiritual en sí mismos.
La pedagogía social enseña al docente a establecer relaciones de confianza con las personas que necesitan ayuda. Un niño de una familia desfavorecida a menudo difiere en salud mental e inteligencia de un niño de una familia completa. La tarea del educador social es dirigir el potencial de los niños con problemas en la dirección correcta, para ayudarlos a desarrollar sus habilidades y talentos.
El educador social desarrolla habilidades de comunicación y empatía que lo ayudan a percibir y comprender los sentimientos de los demás. La propia experiencia de trabajar con niños de familias desfavorecidas le da al maestro la oportunidad de evitar numerosos errores en situaciones de la vida.
La pedagogía social orienta al docente hacia el pensamiento analítico. Trabajar con niños problemáticos requiere la capacidad de analizar la causa de su comportamiento destructivo, así como encontrar formas de resolver problemas y mitigar las consecuencias. Por regla general, la pedagogía enseña a ser consciente de los resultados de sus acciones. Así, un docente social desarrolla las cualidades personales necesarias, como organización, responsabilidad e iniciativa. Se cree que la profesión de educador social es una vocación. Después de todo, no todos deciden elegir el camino de un maestro, es necesaria una convicción interna y una conciencia de que trabajar con niños es el destino de una persona.