Hoy en día, a menudo se puede encontrar un término tan misterioso como "vidrio de museo". Se utiliza cada vez más en varios campos de aplicación, ya que tiene características que distinguen el vidrio de museo del vidrio ordinario. ¿Cuáles son las ventajas de este nuevo producto y cómo trabajar con él correctamente?
Todo sobre el vidrio de museo
El vidrio de 2 milímetros de espesor se denomina vidrio de museo o no reflectante, que ha sido procesado mediante pulverización catódica con magnetrón, lo que le confiere unas características ópticas únicas. Este proceso es bastante caro, por lo que la materia prima es vidrio de alta calidad con bajo contenido de hierro. La deposición de múltiples capas de iones metálicos cubre el vidrio con una película invisible que amortigua la onda de luz. Como resultado, la corriente de luz incidente no se refleja, sino que atraviesa el vidrio.
El vidrio de museo descolorido, en contraste con el vidrio estándar, tiene un corte blanco en el corte.
La transmisión de luz del vidrio de museo es de aproximadamente el 99%, mientras que la del vidrio ordinario es del 90%. La especularidad del vidrio antideslumbrante se reduce al 1%, haciéndolo prácticamente invisible a la vista. Además, gracias a la pulverización catódica del magnetrón, la imagen del cristal del museo está protegida de los dañinos rayos ultravioleta. A diferencia del vidrio de museo, el popular vidrio antirreflectante produce un efecto similar debido a su superficie rugosa, que difunde los rayos de luz incidentes. Al mismo tiempo, la transmisión de luz del vidrio se reduce significativamente, adquiere una opacidad, lo que limita el alcance de su aplicación.
Trabajar con vidrio de museo
A diferencia del vidrio antirreflectante, el vidrio de museo extingue el flujo de luz y al mismo tiempo bloquea los rayos ultravioleta. Al mismo tiempo, el grado de transmisión de la luz aumenta significativamente, por lo que es ideal para proteger una amplia variedad de imágenes. Cuando se trabaja con vidrio de museo, se corta y procesa de la misma manera que el vidrio ordinario; sin embargo, aquí hay algunos matices. El vidrio de museo tiene un recubrimiento de magnetrón de doble cara que, a pesar de su dureza, se puede rayar.
Los rayones en el vidrio no reflectante son mucho más notables que los defectos similares en la superficie del vidrio estándar.
Para evitar daños, el lugar de trabajo debe limpiarse de pequeños fragmentos de vidrio antes de trabajar con vidrio de museo y usar guantes para no dejar huellas dactilares. El vidrio de museo solo se puede limpiar con soluciones de pH neutro y paños suaves que no suelten pelusa; se prohíbe el uso de detergentes abrasivos para este fin. El vidrio no reflectante se usa no solo para almacenar imágenes, sino que también se usa en lentes de cámaras profesionales.