El hombre siempre se ha interesado por los problemas de la existencia del bien y del mal. En el cristianismo, las fuerzas buenas son personificadas por el Creador y las malas, por Satanás. La persona está bajo su constante influencia. Qué lado elegir es una cuestión que enfrenta cada una de las personas.
Según la doctrina cristiana, hay fuerzas del bien y del mal en el mundo. La personificación de las fuerzas del bien es Dios mismo y sus ángeles, y la personificación del mal es Satanás con sus demonios.
Maldad
Inicialmente, no había maldad en el mundo, Dios lo creó perfecto. Todos los ángeles eran amigos de Dios, pero entre ellos había uno que estaba orgulloso de su belleza y sabiduría y quería ser igual al Creador. Atrajo a un tercio de los ángeles a su lado y por esto, junto con sus seguidores etéreos, fue derrocado. Los ángeles que se pusieron del lado de Satanás se convirtieron en demonios. En la tradición ortodoxa, se les llama demonios.
Traducido del hebreo, la palabra "Satanás" significa "enemigo", "calumniador". Después de ser arrojado a la tierra, Satanás no se calmó y decidió destruir a Adán y Eva, cuya perfección envidiaba. Cediendo a sus palabras engañosas, las primeras personas cayeron y fueron expulsadas del Paraíso.
El cristianismo no considera a Satanás y los demonios como algunos personajes que desempeñaron su papel histórico solo al comienzo de la existencia del mundo. Según la tradición ortodoxa, tanto los demonios como Satanás continúan haciendo sus obras negras, empujando a las personas a cometer delitos, obligándolas a engañarse y odiarse entre sí. Estos enemigos invisibles nos susurran constantemente pensamientos sucios a cada uno de nosotros. Aceptarlos o no aceptarlos depende de la persona misma.
Bien
Las fuerzas del bien en el cristianismo están personificadas por Dios: la Santísima Trinidad, junto con sus ángeles, arcángeles, querubines, serafines y otras fuerzas incorpóreas. A diferencia de otros ángeles, Dios es un Espíritu puro, es decir, no tiene ningún grado de materialidad.
Los cristianos conocen varias propiedades de la Deidad. Dios es trino. Él es uno y tres (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Como el Sol - una luminaria con tres "hipóstasis" - forma, color y calor.
Dios es omnipotente. Nada es imposible para él. Dios es omnipresente. Como es inmaterial, está fuera de este mundo, pero lo impregna a través de sus energías divinas (en ortodoxia, estas energías se llaman la gracia del Espíritu Santo).
Otro rasgo esencial de Dios es el amor. La Biblia dice que "Dios es amor". No es cierto ser que tiene más amor o todo el amor del mundo. Él es la fuente y la esencia del amor como fenómeno.
Según la fe cristiana, el mal en el mundo es solo temporal. En el momento de la Segunda Venida de Cristo, será completamente destruido. Satanás y sus demonios serán derrotados y nunca podrán dañar a la gente.