La subasta holandesa es un tipo especial de competencia entre compradores potenciales, diferente del habitual juego alcista. Puede que el ganador no sea el que esté dispuesto a pagar el precio máximo por la adquisición.
La subasta holandesa se basa en la lógica exactamente opuesta en comparación con la subasta regular. Durante la subasta holandesa, los precios de un lote subastado no aumentan, sino que disminuyen.
Esquema de la subasta holandesa
La lógica de la subasta holandesa se basa en el hecho de que el subastador que ejecuta la subasta anuncia inicialmente para el lote puesto a subasta no el precio mínimo, sino el precio máximo. En teoría, la subasta puede terminar justo en esta etapa si uno de los participantes expresa su deseo de comprar este producto por el precio especificado. En la práctica, sin embargo, los compradores suelen esperar a que el precio comience a bajar.
Esta es la siguiente etapa de la subasta. Si el subastador se da cuenta de que nadie estaba dispuesto a pagar el precio indicado por él, comienza a rebajarlo. Esta es otra diferencia significativa entre la subasta holandesa y la habitual: en el curso de esta última, el aumento de precio suele ser prerrogativa del comprador, quien determina así el rango aceptable para el costo de la mercancía. En el curso de la subasta holandesa, el papel del comprador es esperar a que el subastador reduzca el precio de la mercancía a un precio aceptable para él.
Sin embargo, debe entenderse que aún no vale la pena retrasar demasiado esta expectativa: cuanto más baja el precio, más probable es que haya un comprador para el que sea aceptable. En este caso, el ganador de la subasta holandesa es el participante que primero expresó su deseo de comprar los bienes al precio especificado por el subastador.
Características de la subasta holandesa
El proceso de subasta holandés suele estar muy automatizado. Entonces, en las inmediaciones de los lugares donde se ubican los participantes, hay botones especiales que les permiten enviar una señal al subastador si aceptan comprar la mercancía al precio que anunció. En este punto, el subastador ve inmediatamente el número del comprador que ha presionado el botón. Esta característica de la subasta holandesa acelera significativamente su implementación en comparación con el esquema habitual.
La subasta holandesa obtuvo su nombre debido a que fue en este país donde fue muy utilizada. En particular, se utiliza en el proceso de organización de la venta de los famosos tulipanes holandeses. Al mismo tiempo, otra característica de dicha subasta es que está enfocada a la venta de lotes de bienes al por mayor, lo que significa que le permite vender grandes volúmenes de productos en un período de tiempo relativamente corto.