Uno de los resultados de la crisis financiera mundial fue el aumento de los precios de la gasolina de aviación, que empeoró la posición de las mayores compañías aéreas de Europa. Y la preocupación alemana Lufthansa también enfrentó este problema con dificultades para obtener préstamos para pagar los 256 nuevos aviones pedidos. La difícil situación económica de su empleador fue el motivo que provocó la huelga de los auxiliares de vuelo de esta empresa.
Para mitigar la crisis financiera, la tercera aerolínea más grande del mundo ha desarrollado un programa de reducción de costos de mil quinientos millones de euros. Sin embargo, su implementación enfrentó la resistencia de los sindicatos, ya que, entre otras cosas, prevé la reducción de 3.500 puestos de trabajo. Las negociaciones entre la dirección y los representantes de los trabajadores se llevan a cabo durante 13 meses y, a principios del otoño de 2012, los empleados de Lufthansa añadieron argumentos muy radicales a sus argumentos: los auxiliares de vuelo de la aerolínea ya habían celebrado dos huelgas y habían anunciado la preparación de una tercera. Exigen un aumento del 5% en los salarios y el fin de la práctica de reemplazar trabajadores permanentes por trabajadores temporales con salarios más bajos. Hasta ahora, el empleador está de acuerdo con solo un aumento del 3,5% en los salarios con la introducción de una jornada laboral extendida para las tripulaciones.
La primera huelga de los auxiliares de vuelo de Lufthansa tuvo lugar el 31 de agosto y duró ocho horas. Se llevó a cabo en un solo aeropuerto en Alemania, en Frankfurt am Main, pero causó daños a la aerolínea de varios millones de euros. Luego se cancelaron más de doscientos vuelos, que se suponía que iban a dejar a casi 26 mil pasajeros aéreos. La repetida acción ya afectó a tres aeropuertos del país - a excepción de Frankfurt el 4 de agosto, los aviones de la preocupación alemana estaban inactivos en Berlín y Munich. Ese día se cancelaron un total de 230 vuelos. La gestión de Lufthansa durante todos estos días brindó a los clientes de la aerolínea la oportunidad de llegar a su destino en tren. Y la empresa ferroviaria alemana Deutsche Bahn incluso asignó trenes adicionales para esto.
En una de las entrevistas, el titular del sindicato de auxiliares de vuelo anunció que se estaba preparando la próxima huelga, que debería realizarse en todos los aeropuertos del país y durar exactamente un día.