El campo Elanskoye, ubicado en la región de Voronezh, ha sido escuchado recientemente por muchas personas. Algo extraño está sucediendo allí: los residentes locales están organizando manifestaciones de varios miles y de manera dura exigen detener el desarrollo del campo. ¿Cuál es el motivo de una posición tan agresiva y contra qué intenta luchar la gente?
Causa de la guerra
Surgió un conflicto sobre el campo Elanskoye entre inversores y residentes locales. Los inversores planean desarrollar depósitos de níquel, que pronto cotizarán mucho en los mercados mundiales. Los residentes, a su vez, están protestando contra el desarrollo, ya que convertirán la tierra floreciente en una zona industrial. Al mismo tiempo, no se espera que los residentes reciban una compensación especial de la Compañía Minera y Metalúrgica Ural. Hasta la fecha, los trabajos de exploración se han suspendido debido a la falta de documentos que debían presentar los representantes de los cosacos.
En el momento de la terminación de la exploración geológica en el campo Elanskoye, destacamentos de policías están trabajando, protegiendo el territorio en disputa de ambos lados.
La guerra entre los activistas ambientales y la Compañía Minera y Metalúrgica de los Urales lleva más de un año. El conflicto estalló después de que Mednogorsk Copper and Sulphur Combine (UMMC) ganara la licitación de una licitación para exploración y desarrollo adicionales del depósito. Inmediatamente después de eso, los residentes de Voronezh y otras regiones vecinas comenzaron a reunir grandes mítines, protestando contra el desarrollo de depósitos de níquel, cobre, oro, plata, platino y cobalto. Algunos incluso se declararon en huelga de hambre, escribieron a Putin y exigieron un referéndum.
Níquel y ecología
Los ambientalistas argumentan que no hay ningún proyecto para el desarrollo del campo Elanskoye disponible para el público en general. Solo se informó a la población que se construirían minas de mineral y una planta de enriquecimiento en sus tierras, lo que podría tener un impacto extremadamente negativo en el medio ambiente. El níquel en sí mismo es un metal pesado tóxico, por lo tanto, las actividades de las empresas para su extracción y enriquecimiento conducirán a un gran volumen de emisiones nocivas al agua y la atmósfera.
Por lo tanto, las empresas que operan en las regiones de Murmansk y Norilsk ya están contaminando significativamente la atmósfera con compuestos de azufre.
Si se lleva una gran cantidad de níquel a la superficie de la tierra y se acumula en los vertederos, las partículas de sales metálicas pueden ser transportadas por gotitas en el aire. Para evitar la destrucción de la ecología local, los residentes monitorean constantemente el depósito de Elanskoye y no van a retroceder ante una catástrofe ambiental local que pueda resultar del desarrollo del sitio de níquel.