El aterrizaje de felpa es una acción de protesta contra la violación de la libertad de expresión en la República de Bielorrusia, llevada a cabo por ciudadanos suecos. Como resultado de esta acción pacífica que involucró peluches, los jefes de servicios estatales fueron destituidos de sus cargos o fueron amonestados. Además, el deterioro significativo de las relaciones entre Bielorrusia y Suecia.
La acción fue organizada por los suecos Thomas Masetti y Hanna-Line Frey. Según ellos, una vez en un bar, un tipo les contó sobre los asesinatos políticos que estaban ocurriendo en Bielorrusia, lo que enfureció increíblemente a los ciudadanos suecos. Thomas y Hanna-Line compraron una pequeña avioneta. Cargaron en él alrededor de mil pequeños ositos de peluche, a los que se les adjuntó volantes en defensa de los derechos humanos. El 4 de julio de 2012, el avión despegó de la ciudad lituana de Prienai y se dirigió hacia Minsk. Se lanzaron tropas de felpa en las cercanías de la capital, cerca de la ciudad de Ivenets.
Durante aproximadamente un mes, las autoridades bielorrusas negaron la existencia de osos de peluche con folletos y el hecho del cruce ilegal de la frontera. Sin embargo, el 31 de julio, el presidente del país, Alexander Grigorievich Lukashenko, reconoció la existencia de un "aterrizaje lujoso". La reacción siguió inmediatamente. El comandante de la Fuerza Aérea y las Fuerzas de Defensa Aérea de Bielorrusia, así como el presidente del Comité Estatal de Fronteras, fueron destituidos de sus cargos. Fueron acusados de mala conducta. Se emitió una advertencia sobre cumplimiento oficial incompleto al Ministro de Defensa y al Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. El Secretario de Estado del Consejo de Seguridad y el Presidente de la KGB fueron amonestados.
El castigo también cayó sobre los civiles. Los cargos fueron presentados contra el fotógrafo, quien capturó el "aterrizaje lujoso" y publicó las fotos en su blog, así como contra un residente de Minsk, a quien Thomas Masetti y Hanna-Line Frey planeaban alquilar un apartamento, pero luego se negaron. La policía también detuvo a dos niñas que pretendían ser fotografiadas con un osito de peluche participando en la acción. Los propios suecos niegan cualquier participación de los bielorrusos en la acción de protesta.
Aún no han concluido los trámites sobre el cruce ilegal de fronteras y la organización de una acción antigubernamental. La Embajada de Bielorrusia retiró a sus representantes de Suecia e invitó a Estocolmo a hacer lo mismo. Los propios suecos planean considerar el acto de sus compatriotas como una violación administrativa.