Los incendios han sido durante mucho tiempo uno de los mayores desastres de la humanidad. Ahora es posible preservar la mayor parte de la propiedad en caso de incendio, y hace cientos, incluso decenas, de años, un incendio significó la pérdida inevitable no solo de cosas, sino también de la casa. Los extintores de incendios, inventados hace unos trescientos años, ayudan a prevenir un incendio de muchas formas.
Extintor Fusches
2014 marca 280 años desde la invención del primer extintor de incendios. El médico alemán M. Fushes es oficialmente considerado su creador. El primer extintor fue un frasco de vidrio lleno de salmuera. Estas latas iban a ser arrojadas al fuego.
Pero algunos registros indican que los primeros extintores no fueron frascos de vidrio, sino barriles de madera con agua y una carga de pólvora. Estos barriles también se arrojaron al fuego. Bajo la acción del fuego, la porosidad explotó y el agua salpicó y apagó el fuego a su alrededor. Estos barriles fueron inventados varios siglos antes de 1734, cuando la invención de Fouches vio el mundo.
A diferencia de sus predecesores, Fouches era un hombre emprendedor. Lanzó una extensa campaña publicitaria en la que los periódicos imprimieron imágenes de familias felices arrojando latas de solución al fuego. Estas imágenes se imprimieron hasta la Primera Guerra Mundial.
Extintor de incendios Menby
Cualquier invento que haya visto la luz sin duda será mejorado y modernizado. El extintor no fue una excepción. El primer extintor automático fue creado por el inventor británico George Menby en 1816.
Este extintor era un cilindro metálico de 0,6 m de altura que contenía 24 litros de agua. Bajo la acción del aire comprimido, el agua salió volando de la campana.
Otros extintores
En 1846, el ingeniero Kuhn propuso utilizar cajas llenas de una mezcla de azufre, salitre y carbón como extintor. Cuando se lanza al fuego, esta mezcla se quema, liberando gases que extinguen el fuego.
En 1898 N. B. Chefal en el Imperio Ruso también creó un extintor de incendios basado en una mezcla de extinción de incendios que consta de bicarbonato de sodio, alumbre y sulfato de amonio. Cuando golpearon el fuego, estos extintores, llamados Pozharogas, explotaron. Dichos dispositivos pesaban 4, 6 u 8 kg.
Después de 1904, el científico Laurent sugirió usar espuma extintora en lugar de agua, lo que provocó la aparición de extintores de espuma de agua.
Un año después, al inventor ruso Alexander Lavrentyev se le ocurrió el primer aparato químico de extinción de incendios. Se bombeó espuma del extintor, que era un medio excelente para extinguir llamas abiertas. La espuma se formó como resultado de una reacción química entre soluciones ácidas y alcalinas.
Sobre la base de estos inventos, se crean extintores de incendios modernos: pequeños, ligeros y fáciles de usar.