La palabra "andrógino" se traduce literalmente del griego como "hombre-mujer". En otras palabras, estamos hablando de una criatura cuyo sexo no se puede determinar, pero no porque sea asexuado, sino porque combina las características de ambos sexos.
Los andróginos, extrañas criaturas bisexuales, se mencionan en mitos y leyendas de diferentes pueblos. Pero la ciencia moderna también habla de andróginos de la vida real, en quienes no hay nada milagroso o fantástico.
Andróginos en la mitología
El término "andrógino" nació en la cultura griega antigua. La historia mitológica sobre estas asombrosas criaturas fue presentada por el famoso filósofo Platón en su diálogo "Fiesta". Para el filósofo, esta historia sirvió de base a la doctrina de Eros.
Según Platón, los andróginos eran criaturas esféricas bisexuales. El último detalle puede parecer ridículo para una persona moderna, pero no olvidemos que en la filosofía antigua la pelota era considerada la figura más perfecta, por eso, Platón insinúa la perfección de los andróginos. Tal criatura poseía dos pares de brazos, piernas, orejas, dos caras mirando en diferentes direcciones.
Los andróginos, orgullosos de su perfección, desafiaron a los dioses. Los dioses pudieron derrotarlos de una sola manera: dividiendo a cada andrógino en dos mitades: masculino y femenino. Así apareció la gente, hombres y mujeres que no pueden sentirse perfectos hasta encontrar su "otra mitad", con la que Eros los conecta.
Androginia desde el punto de vista de la psicología
Por extraños que sean los mitos, son una refracción de fenómenos de la vida real. El androginismo también es bastante real. La naturaleza andrógina de la psique humana fue discutida, en particular, por el psicólogo suizo C. G. Jung. Según el científico, las realidades de la vida hacen que una persona sea "solo una mujer" o "solo un hombre", pero esto no conduce a nada bueno: una persona siente inconscientemente su inferioridad, y solo la restauración de la integridad andrógina original puede ayúdalo.
Los psicólogos modernos interpretan el concepto de androginia en términos de roles de género, roles sociales correspondientes a un género en particular.
Ciertos rasgos de comportamiento corresponden a cada rol de género. El complejo de rasgos masculinos se llama masculinidad y rasgos femeninos. Con la ayuda de pruebas especiales, los psicólogos determinan qué complejo de características prevalece en una persona en particular: masculinidad o feminidad. Las características de género dominantes no siempre corresponden al sexo biológico - por ejemplo, hay mujeres que demuestran los rasgos tradicionalmente considerados masculinos - firmeza, agresividad.
Pero hay personas que son igualmente masculinas y femeninas. Los psicólogos llaman a esas personas andróginas.
Los andróginos no deben confundirse con los hermafroditas, personas que, como resultado de una anomalía congénita, tienen órganos reproductores masculinos y femeninos. El hermafrodita es una característica biológica y el andrógino es psicológico.