Un pendiente perdido puede ser una sorpresa muy desagradable. Para evitar que esto suceda, use sus joyas con más cuidado, revise las cerraduras de los aretes y tenga cuidado de aumentar su confiabilidad.
Instrucciones
Paso 1
Al comprar aretes, preste atención no solo a su diseño, sino también al tipo de candado con el que está equipado este o aquel modelo. El castillo inglés se considera el más confiable. Fija bien las joyas en el lóbulo y no está sujeto a apertura espontánea. El candado inglés debe abrocharse lo suficientemente fuerte, sin rascar la piel ni apretar el lóbulo.
Paso 2
Tenga cuidado con los pendientes que cuelgan de un simple grillete sin candado. Se adhieren al cabello y pueden caerse fácil e imperceptiblemente de las orejas. Para arreglarlo de manera más segura, colocándose aretes, coloque los tapones de silicona con los que se vendieron las joyas en la tienda a las sienes. Se pueden reemplazar con pequeños trozos cortados de una goma de borrar.
Paso 3
Las bisagras equipadas con sujetadores son más confiables. El único inconveniente de este modelo es que es bastante difícil sujetarlos en la oreja, además, un simple candado se puede desabrochar fácilmente. Después de ponerse un arete de este tipo, asegúrese de verificar si el extremo del bucle se ha enganchado en el cierre triangular, de lo contrario, es posible que no note cómo el arete se saldrá del lóbulo de la oreja.
Paso 4
También es fácil perder pendientes-tachuelas, equipados con una varilla, en la que se coloca un retenedor metálico extraíble. La peculiaridad de este modelo es que la mayoría de las veces no es el pendiente lo que se pierde, sino el candado en sí. Al comprar espárragos, verifique qué tan fácil se ajusta el retenedor. Si se desliza libremente sobre la varilla, busque otro par. Los tacos deben fijarse firmemente en las orejas.
Paso 5
Se puede mejorar un bloqueo fallido. Por ejemplo, puede comprar o pedir retenedores de espárragos más fiables. Un lazo simple se puede complementar con un contrapeso para evitar que el pendiente se mueva, o se puede colocar un broche para un ajuste más seguro. Para hacer bien el trabajo, consulte a un buen joyero.
Paso 6
Para proteger sus pendientes de la pérdida, asegúrese de quitárselos antes de nadar en el mar, río o piscina, no se duche ni se bañe en ellos. Y, por supuesto, no olvides sacarte los pendientes cuando vayas a la sauna o al baño de vapor. Haga esto con mucha anticipación. Si tiene que quitarse las joyas fuera de casa, guárdelas con cuidado en su billetera o bolsa de cosméticos. No se los guarde en el bolsillo, los pendientes ligeros se caerán.
Paso 7
Adquiera el hábito de comprobar si hay pendientes de vez en cuando. Si de repente descubre que falta, se pueden encontrar las joyas perdidas. Tenga especial cuidado con los modelos ligeros: dejan el oído completamente desapercibido.