En la primavera, se anunciaron 14 subastas por un total de 350 millones de rublos en el sitio web de contratación pública a la vez. Todas las licitaciones trataban de reemplazar el asfalto con adoquines en la capital de Rusia. Pero más cerca del otoño, el alcalde de Moscú decidió congelar este proyecto.
El reemplazo del asfalto por baldosas comenzó en Moscú en 2011. Esta decisión fue tomada por el alcalde Sobyanin. Durante un año y medio, se llevaron a cabo trabajos a gran escala, es decir, se colocaron alrededor de 400 mil metros cuadrados de adoquines con un costo total de más de mil millones de rublos. Las autoridades de la ciudad planearon cambiar la cobertura en un área de 1,3 millones de metros cuadrados. m) Sin embargo, las ideas nunca se implementaron.
La primera razón por la que no cambiaron el asfalto por adoquines es una banal falta de fondos. Ya hay muchos problemas en la capital que requieren una gran financiación. Y el costo de cuatro mil millones de rublos dejaría muchas estructuras sin subsidios. Por el momento, 350 millones de rublos ya asignados para el reemplazo de asfalto, por ejemplo, se gastarán en la reparación de la superficie de la carretera.
La segunda razón, por la que se retrasaron las innovaciones, fue el descontento de los vecinos. Las baldosas de la acera se colocaron de manera desigual. Los peatones presentaron quejas, organizaron piquetes. Por supuesto, esto no podía pasar desapercibido para Sobyanin. En lugar de mejorar la calidad del trabajo de renovación, simplemente canceló todas las innovaciones. Está previsto que los adoquines ya colocados se transfieran a jardines y parques públicos.
En opinión de muchos vecinos, la decisión de reemplazar el pavimento no parecía un intento de mejorar la ciudad, sino un deseo de las autoridades de demostrar que sí se preocupaban por la capital. En 2011, un poco más de la mitad de los moscovitas estaban fuertemente en contra de la colocación de baldosas. Al año siguiente, aumentó el número de residentes que no estaban de acuerdo con la decisión del alcalde. Durante el invierno, los adoquines se han deformado fuertemente. Y aunque las autoridades dicen que la cobertura luce perfecta, numerosos blogueros están publicando fotos en Internet que confirman lo contrario.
El movimiento por algunas calles de Moscú se ha vuelto problemático. Las niñas y las mujeres se rompían los talones, los patinadores no podían hacer viajes y los padres jóvenes argumentaban que era imposible hacer rodar los cochecitos sobre los adoquines. Para solucionar dos problemas a la vez: para ahorrar dinero y calmar a la gente del pueblo, se decidió dejar el asfalto en las calles de la ciudad.