La idea de una tienda que funcione sin vendedores ni cajeros puede sorprender a mucha gente. Parece que un punto de venta así corre el riesgo de quebrar debido a un robo. Sin embargo, estas tiendas han sido durante mucho tiempo algo común para los escandinavos. Y recientemente, su versión moderna se está introduciendo en Rusia.
Exótico del norte
Las regiones del sur de Noruega pueden no parecer muy interesantes para el turista mimado. Hay principalmente campos y pastos para el ganado, que ocasionalmente se intercalan con modestas casas de agricultores. Los aldeanos trabajadores pasan días enteros en el trabajo y, a menudo, no tienen tiempo para llevar leche o verduras al pueblo más cercano. En este sentido, se les ocurrió una forma sencilla de realizar los frutos de su trabajo, calculado sobre la honestidad de los compradores visitantes.
Norwegian Country Shop es un pequeño edificio de un piso al lado de la carretera. En el interior hay estantes, en cuyos estantes se colocan cuidadosamente frascos de mermelada, botellas de leche y cajas de huevos de gallina. Debajo hay cajas de verduras, carnes y aves en el frigorífico. A menudo también hay una percha con ropa para niños, hecha a mano por agricultores con lana de oveja doméstica. Cada producto tiene una etiqueta de precio adjunta y una mesa especial tiene una escala y una calculadora. Todo lo que le queda al huésped de la tienda es calcular el valor de su compra y poner el dinero en el cuenco. Cerca, un cuenco con un cambio de cambio. Cada mañana, los propietarios actualizan las ventanas y cobran las ganancias.
Este enfoque sorprende a personas al azar, pero los lugareños están acostumbrados a confiar unos en otros y hacer negocios con honestidad. Este tipo de comercio está arraigando en China, pero hasta ahora a menor escala.
Tecnologías rusas
En las grandes ciudades no se puede contar con la nobleza de los compradores. Por lo tanto, en Moscú, una tienda sin vendedores se organizó de acuerdo con un principio diferente. La primera golondrina apareció en la capital en 2013. Es cierto que está diseñado solo para empleados de una red comercial. El surtido incluye más de cinco mil productos y cada paquete está marcado con un identificador especial. No es necesario que lo lea un escáner, simplemente coloque la compra en la canasta. En diez segundos estará lista la información sobre el costo, peso, así como el recorrido de la mercancía desde el fabricante hasta el almacén y vitrina. Luego se pasa la canasta por la terminal, donde se realiza el pago mediante tarjeta plástica o efectivo.
En el verano de 2014, el pabellón de compras robóticas de otra empresa se abrió en Moscú al público en general. La tienda es pequeña y tiene capacidad para 200-300 nombres de productos y productos químicos domésticos. Aquí puedes comprar bebidas, cereales, conservas, pastas, salsas preparadas, artículos de higiene personal y más. Y para que los bocadillos y los productos de confitería en las vitrinas no se deterioren, el pabellón se enfría constantemente a cinco grados por encima de cero. Teniendo en cuenta la realidad rusa, los desarrolladores se ocuparon de la seguridad de los productos. Se inserta vidrio antivandálico en las ventanas y las cámaras de vigilancia monitorean el proceso de compra las 24 horas.