La socialización de una persona es un proceso de autorrealización, ya que permite a cada persona no solo adquirir experiencia y habilidades útiles, sino también darse cuenta de sí mismo y encontrar su lugar en la sociedad. Comprender las bases de la socialización y la autorrealización, como acción transformadora, ayudará a comprender mejor este proceso.
Conceptos básicos de socialización
La socialización de una persona es el proceso de plegar los principales parámetros de la personalidad de una persona sobre la base de la educación, la formación y la asimilación de roles sociales. Es a través de la socialización que se produce la autorrealización del individuo, es decir, la herencia y transformación de la experiencia social por él y su transformación en actitudes, habilidades y destrezas personales.
La base del proceso de socialización es la actividad transformadora activa de una persona, que le ayuda a incorporarse a la vida social, dominar los métodos de actividad práctica y formar lazos sociales. En esencia, la socialización es la autorrealización del individuo en el proceso de su actividad. Por tanto, podemos concluir que el éxito de la socialización depende de la participación activa del individuo en el proceso de transformación creativa. Dado que la socialización de una persona cubre todo el período de la vida de una persona, resulta que la autorrealización también continúa siempre. Incluso si una persona no quiere cambiar o participar en nada, todavía se da cuenta de sí mismo hasta cierto punto. Sin embargo, cada persona lo hace en diferente medida, lo que se debe a su crianza, cultura y características personales.
La autorrealización como acción transformadora
La autorrealización, que es parte de la socialización, se puede llamar la necesidad de una persona, lo que le ayuda a transformar su personalidad. Una persona debe encontrar su lugar en la sociedad y la vida, expresarse en el mundo de la manera más vívida y sentirse satisfecho de la realidad. Este deseo anima al individuo a desarrollar sus habilidades y utilizarlas en beneficio de los demás, mostrando así sus fortalezas.
Por lo tanto, la socialización ayuda al individuo a realizarse a sí mismo, utilizando las normas y tendencias aceptadas en la sociedad. Al convertirse en parte de la sociedad, una persona comienza a comprender sus estándares y preferencias morales, lo que le permite utilizar esta información para sus propios fines. Esto ayuda a seleccionar las tácticas de comportamiento más apropiadas, que serán notadas por otras personalidades. Sin embargo, la autorrealización puede estar más oculta. La socialización de una persona puede revelar su tendencia a una existencia más pacífica, mientras que la búsqueda de su lugar para una persona no radica en el éxito a los ojos de los demás, sino en un sentimiento cómodo de sí mismo. Todo esto da motivos para creer que la socialización de una persona es un proceso de autorrealización, que ayuda a la persona a sentirse más cómoda en la sociedad.