Hay una señal de que si los oídos están en llamas, es seguro que alguien recordará a la persona. De hecho, este no es el caso, porque las personas no pueden leer pensamientos a distancia. El enrojecimiento de las aurículas está directamente relacionado con el trabajo del cerebro.
Con un mayor estado de alerta mental, se requiere más sangre para que el cerebro funcione normalmente. Esto se nota especialmente en los niños que resuelven problemas o dan lecciones de otras materias. Una oreja o dos a la vez pueden sonrojarse, esto se debe a qué hemisferio está más activo en este momento.
A veces, el enrojecimiento de las orejas se observa en un momento en que una persona se avergüenza de sus acciones o palabras. La vergüenza es principalmente estrés, por lo que la sangre se precipita al cerebro a la velocidad del rayo. Por el mismo motivo, también se puede observar enrojecimiento del rostro, que desaparece gradualmente cuando la persona se calma. Puede descubrir que está siendo engañado precisamente sobre esta base. Pero existe una alta probabilidad de cometer un error, porque el interlocutor puede simplemente seleccionar palabras para un diálogo posterior o simplemente pensar en algo propio que le preocupe mucho.
Las orejas también pueden ponerse rojas cuando están asustadas. Una gran cantidad de adrenalina ingresa al cuerpo, lo que aumenta la circulación sanguínea. Lo mismo se aplica a situaciones estresantes, por ejemplo, en un examen o en un informe del jefe.
Los cambios en el color de las aurículas pueden indicar que el cuerpo está liberando calor activamente. Por lo general, esto ocurre cuando hace demasiado calor, o cuando está bajo los rayos del sol brillante. En algunas personas, toda la cara y el cuello se enrojecen a la vez, pero esto se debe a las características individuales del cuerpo.
Sucede que las orejas arden después de las heladas o con otitis media. En este caso, también se puede observar dolor. Con síntomas similares, acuda inmediatamente al otorrinolaringólogo, pero todos los demás casos no pueden tratarse con medicamentos. No hay por qué ser tímido, porque estos son procesos naturales que ocurren por una razón u otra. Si necesita ver que el enrojecimiento de sus oídos desaparece rápidamente, póngase en una posición cómoda y cierre los ojos. Tan pronto como el cuerpo se relaje, la sangre comenzará a salir de la cabeza.