Cada día se realizan cientos de transacciones inmobiliarias: se vende, se compra, se alquila o se alquila. Y todos estos trámites están asociados al registro legal, lo que implica el conocimiento de las leyes.
¿Para qué sirve un corredor?
En las transacciones inmobiliarias, no solo el aspecto financiero del problema es de particular importancia, que es muy importante tanto para el comprador como para el vendedor. Es necesario tener en cuenta la pureza jurídica de la transacción, que a su vez requiere un enfoque competente y un conocimiento integral tanto en la implementación del procedimiento en sí como a nivel de su preparación.
Además, esta observación se aplica por igual a ambas partes de la transacción. Dado que no todos los ciudadanos conocen perfectamente las leyes y los matices de la jurisprudencia, en este caso es mejor buscar la ayuda de un especialista.
Es hora de que aparezca un corredor profesional en escena, con docenas o incluso cientos de acuerdos exitosos a sus espaldas. Su ayuda puede ser simplemente invaluable en la etapa de ni siquiera preparar un trato, sino encontrar una segunda parte, es decir, el mismo comprador o inquilino, propietario o vendedor.
Ya en esta etapa, hay muchos escollos, cuya presencia debe conocerse de antemano. Por lo tanto, es más fácil atraer a un profesional al trabajo. Encontrará la opción más adecuada con un gasto mínimo de tiempo y esfuerzo.
Además, el trabajo de un corredor profesional es hasta cierto punto una defensa contra los estafadores. Como intermediario especializado, un corredor, naturalmente, no solo tiene una base acumulada de vendedores y compradores, sino que también tiene una gran experiencia en la realización de diversas transacciones.
El trabajo de un profesional es inmediatamente visible
Con amplios contactos, el corredor está bien versado tanto en el mercado como en sus requisitos. Dado que la pureza legal de la propiedad es de particular importancia, no será difícil para un profesional verificar que todos los documentos cumplan con los requisitos legales. Esto no solo simplificará el procedimiento de transacción, sino que también asegurará al nuevo propietario contra sorpresas desagradables.
Algunos podrían argumentar que contratar a un corredor aumenta el valor de la transacción. A los precios inmobiliarios actuales, el porcentaje que va a la persona que organizó y realizó todo el trámite resulta al final no tan significativo.
Al mismo tiempo, se multiplica la seguridad de dicha transacción.
Muy a menudo, una agencia inmobiliaria actúa como corredor, representando sus intereses a través de un agente inmobiliario. En este caso, la decisión se simplifica aún más, ya que las agencias acreditadas utilizan ampliamente los servicios de su propio servicio legal o involucran a abogados independientes en esto.