Los metales ferrosos son una categoría amplia que incluye tanto sustancias puras como sus aleaciones. Además, son ellos los que constituyen el grueso de la industria metalúrgica mundial.
Es costumbre referirse a la categoría de los metales ferrosos, en primer lugar al hierro, así como a todo tipo de aleaciones elaboradas sobre su base. Además, algunos expertos se refieren a este grupo como metales como el manganeso y el cromo. Las sustancias que pertenecen a este grupo suelen caracterizarse por un color gris oscuro, que fue el motivo de la asignación de este nombre.
Planchar
El hierro es uno de los metales más abundantes en la tierra. Esta se convirtió en una de las principales razones por las que el hierro formó la base para determinar el grupo de metales ferrosos.
El hierro en sí es un metal plateado bastante ligero. Además, esta sustancia se puede llamar inestable: se expone extremadamente fácilmente a los efectos negativos de factores externos, por ejemplo, la corrosión como resultado de la oxidación. Además, cuando ingresa a un ambiente que consiste en oxígeno puro, el hierro tiende a encenderse. Esto se debe a su alta capacidad para participar en diversas reacciones químicas.
Sin embargo, al mismo tiempo, en su forma pura, el hierro prácticamente no se encuentra en la naturaleza. Además, debido a sus propiedades químicas y físicas, el uso de hierro puro es difícil para fines industriales, económicos y de otro tipo. Por lo tanto, el hierro se usa con mayor frecuencia en forma de varias aleaciones obtenidas agregando aditivos especiales a la sustancia pura.
Aleaciones a base de hierro
La industria metalúrgica ferrosa, que produce metales a base de hierro, ocupa aproximadamente el 90% de la metalurgia mundial. Al mismo tiempo, la mayor parte de todas las aleaciones de esta categoría son aquellas en las que, junto con el contenido de hierro en una u otra proporción, está presente el carbono.
Dependiendo de la concentración de carbono en determinadas aleaciones, se acostumbra subdividirlas en dos grandes grupos: aceros y fundiciones. Entonces, si el contenido de carbono en la sustancia terminada es inferior al 2,14%, estamos hablando de acero; de lo contrario, dicha aleación pertenece a la categoría de fundiciones. Tanto el uno como el otro metal, debido a la adición de carbono al hierro y al hierro, adquieren un grado de resistencia suficientemente alto, sin embargo, el acero es un metal dúctil y el hierro fundido es quebradizo. Por ejemplo, un producto de hierro fundido puede romperse si se deja caer accidentalmente sobre una superficie dura.
Al mismo tiempo, el carbono no es el único elemento que se utiliza para agregar al hierro en el proceso de obtención de aleaciones de la categoría de metales ferrosos. Entonces, otras opciones para tales aditivos son manganeso, fósforo, azufre, silicio y otras sustancias.