Durante más de seiscientos años, la decoración de la ciudad italiana de Pisa es la torre, que forma parte del conjunto de la catedral de la ciudad. El hecho de tener una pendiente significativa le dio a esta estructura fama mundial. Durante mucho tiempo, los residentes de la ciudad y numerosos turistas se han preguntado si caerá la Torre Inclinada de Pisa.
Decoración de Pisa
La Torre Inclinada de Pisa tiene un tamaño impresionante. Su altura es de más de 55 my el diámetro de la base supera los 15 m Casi trescientos escalones conducen a los niveles superiores. Las paredes exteriores son de diferente espesor; hacia la parte superior de la estructura, disminuye. Los expertos creen que el peso total de la estructura supera las 14 mil toneladas. Lo más importante es que la torre de Pisa tiene una inclinación involuntaria de más de tres grados.
De hecho, el edificio de fama mundial no es una torre en el sentido literal de la palabra. Se trata de un campanario que forma parte del conjunto de la catedral católica.
La construcción del edificio se inició en el siglo XII y tardó casi doscientos años. Los arquitectos tienden a creer que el diseño del campanario fue inicialmente incorrecto. El hecho es que la base baja de tres metros de la torre no encaja bien con un suelo blando. Por tanto, tras la construcción de tres plantas, el edificio recibió una pendiente notable, aunque en el proyecto era estrictamente vertical. Existe evidencia de que la inclinación de la Torre Inclinada de Pisa también fue facilitada por la erosión regular del suelo arcilloso debajo de la estructura, que ya se describió durante la construcción.
¿Caerá la famosa torre?
Dado que la pendiente de la Torre Inclinada de Pisa había aumentado lenta y constantemente durante cientos de años, se decidió arreglarla de forma segura. El trabajo técnico continuó desde 1990 hasta 2001. El trabajo de restauración se llevó a cabo con el respeto de las precauciones y utilizando los métodos de ingeniería más modernos. La torre se sujetó firmemente a los cables y se bombeó cemento debajo de su base. Esto hizo posible reducir significativamente la presión de una estructura pesada en un suelo frágil y, por lo tanto, poco confiable.
Como resultado, la pendiente de la estructura arquitectónica se redujo en cuarenta centímetros. Los ingenieros examinaron cuidadosamente el diseño mejorado para asegurarse de que estuviera bien sujeto y que la pendiente no aumentara.
Los restauradores argumentan que la torre no podrá caer en los próximos dos o tres siglos. Los cálculos basados en la física elemental muestran que esto solo puede suceder si el centro de gravedad de la torre está fuera del área de sus cimientos. Pero hoy no hay razón para afirmar que el centro de gravedad de una estructura masiva pueda cambiar.
La oportuna intervención de los restauradores permitió estabilizar la estructura. Y ahora el renovado campanario de Pisa continúa deleitando a los turistas, muchos de los cuales están felices de tomar fotografías con el telón de fondo de una estructura arquitectónica increíble y única.