Una persona en su vida se comunica con aquellos a quienes les debe mucho, a quienes tiene un respeto profundo y sincero. En primer lugar, por supuesto, estos son sus padres. Estas personas también pueden estar entre sus maestros de escuela, maestros en el instituto, jefes, colegas, amigos o simplemente buenos conocidos. ¿Cómo puedes dejarles en claro que los valoras mucho, que estás agradecido por lo que han hecho por ti?
Instrucciones
Paso 1
No escatime en palabras amables, elogio. Después de todo, como dicen, "una palabra amable y un gato se alegra", qué podemos decir de la gente. No olvide agradecerles sinceramente su atención y cuidado, mostrar interés en sus asuntos, elogiarlos por sus logros y éxitos. Pero, por supuesto, no se debe ir al otro extremo, al borde de la adulación, el servilismo, tampoco, recordar siempre sobre una medida razonable.
Paso 2
Sin embargo, incluso en la Biblia está bien dicho: "No juzguéis con palabras, sino con hechos". Por eso, además de las amables palabras, no olvide confirmar su respeto con hechos. Ayuda brindada a tiempo, felicitaciones por el aniversario impresas en el periódico local, un regalo de buen gusto, una invitación a una celebración familiar. Hay muchas formas y cualquiera de ellas te servirá como una buena prueba de tu respeto.
Paso 3
Si estamos hablando de una persona que es mucho mayor que tú, trata de seguir las reglas de la buena educación sobre todo a la hora de comunicarte con él: sé impecablemente educado, escucha con atención, ofrece ayuda: por ejemplo, dale la mano al salir del transporte (autobús, trolebús, tranvía), ofrecer llevar una carga a la casa, etc. Sea paciente y considerado si la persona mayor no encuentra inmediatamente las palabras correctas en una conversación o incluso comienza a decir cosas absurdas. Por desgracia, estas características suelen ser características de una edad respetable. No te rías, no lo interrumpas a mitad de frase.
Paso 4
En cualquier caso, para mostrar respeto por una persona, basta con seguir algunas reglas simples generalmente aceptadas. Primero, comuníquese con él cortésmente. En segundo lugar, entender claramente que todo el mundo es una persona independiente, y tiene derecho a sus opiniones, puntos de vista, gustos, hábitos e incluso errores. En tercer lugar, no tenga en cuenta sus opiniones, gustos, hábitos, etc. el único correcto y digno de imitación. Entonces puede estar seguro: nadie se quejará jamás de su actitud irrespetuosa.