Los diamantes también se llaman diamantes, alrededor de 20 toneladas de estas piedras preciosas se extraen anualmente en el mundo con un valor total de casi 7 mil millones de dólares. Sin embargo, el proceso de formación de diamantes sigue siendo un misterio.
Teorías de la formación de diamantes
Un diamante en Rusia se llama diamante, al que se le da una forma que revela todo el brillo y la belleza de la piedra. No solo hay diamantes transparentes, si hay otros minerales en la impureza del diamante, la piedra adquiere tonos verdes, amarillos o azules.
Los científicos han demostrado que los diamantes se forman en el manto de nuestra Tierra, a una profundidad de casi 100 kilómetros. Allí cristalizan bajo una gran presión, toman forma y luego, junto con los tubos de "kimberlita", se abren paso hacia la superficie de la Tierra. Sin embargo, los científicos solo pueden predecir exactamente cómo ocurre la cristalización del diamante, por qué ocurre, hay más preguntas que respuestas en este tema. Por ejemplo, ¿por qué sólo el 5% de estas pipas de "kimberlita" contienen diamantes?
Según los geólogos, los diamantes se forman a partir de hollín y grafito, que se encuentran a alta presión y a las temperaturas más altas. En términos de composición química, el grafito, el hollín y el diamante están compuestos de carbono, es decir, el diamante es grafito, solo que en un estado diferente. Sin embargo, los geólogos tienen grandes dudas sobre la presencia de grafito en el magma, ya que muchos estudios no han mostrado ni una pequeña cantidad del mineral a una profundidad de 100 kilómetros. Sin embargo, en 1969, el científico ruso B. Deryagin sintetizó el diamante a partir de un compuesto de carbono e hidrógeno: metano. Resulta que los diamantes pueden obtenerse del metano a una presión mucho menor que del grafito, y la temperatura requerida para la reacción es de 1000 grados Celsius, lo cual es bastante realista.
El peso de los diamantes se mide en quilates. Un quilate equivale a 0,2 gramos.
Forma y corte de diamantes
Tales piedras no tienen una forma o tamaño específico, simplemente asombran con su diversidad. A menudo, una pequeña dispersión de piedras crece juntas, formando hermosos cordones de diamantes. Un diamante suele pesar menos de 15 quilates, es decir, menos de 8 gramos.
Uno de los diamantes más grandes y famosos es el diamante Regen, que se encontró en 1701. Pesa 140 quilates y se conserva en el Louvre.
Los amantes de los diamantes coleccionan colecciones enteras de diferentes diamantes, diamantes de colores, piedras de diferentes cortes. Los coleccionistas conocen y comprenden más de 20 cortes de diamantes. Recientemente, las brillianitas o brillianitas se han vuelto populares (cada empresa nombra la marca a su manera): falsificaciones de diamantes, cortados para diamantes. Estas piedras realmente brillan intensamente al sol, son muy similares a los diamantes, pero mucho más baratas.