Un mal hábito es una acción repetitiva que representa una amenaza para la sociedad y para la persona que se ha vuelto adicta. Además, esta acción suele ser automática e incontrolable.
Los hábitos pueden ser dañinos o nocivos para la salud. Se diferencian en que los primeros dañan tanto a la persona misma como a las personas que la rodean. En segundo lugar, no hay peligro, pero son signos de un sistema nervioso desequilibrado.
Malos hábitos
El alcoholismo es uno de los malos hábitos más comunes. Se caracteriza por un deseo irresistible de consumir cualquier bebida alcohólica. También puede suceder que el alcohol medicinal entre en esta categoría.
La adicción es otro líder entre los malos hábitos. Este término denota el deseo de un individuo de tomar cualquier sustancia narcótica. La consecuencia puede ser una gran cantidad de enfermedades, cuya variedad depende de las características específicas del medicamento en sí. La adicción a los impuestos también se puede incluir aquí.
Fumar puede considerarse un verdadero flagelo del mundo moderno. La edad a la que las personas caen en esta adicción disminuye cada año y el número de fumadores solo aumenta.
La adicción al juego también se incluye en esta lista. Con tal hábito, una persona está lista para hacer cualquier cosa por un juego extra de ruleta o cartas. La emoción, la adrenalina y la sed de ganancias le hacen renunciar hasta el último centavo por la esperanza de una fabulosa victoria. Recientemente, esto incluye la adicción a la computadora y los videojuegos.
La adicción a las compras es una de las adicciones aparentemente inofensivas. Una persona no puede abstenerse de entrar en una tienda y no comprar otra cosa. Y no es que tenga mucho dinero o no tenga este artículo. Simplemente siente que no puede vivir sin él.
Todo lo anterior puede considerarse una patología o enfermedad. Pero junto a ellos hay hábitos que no se pueden considerar como tales, pero están ahí e indican el relajamiento de los nervios. Estos son los hábitos de morderse las uñas, jugar con la ropa, balancear una pierna durante una conversación, roer objetos que tienen en la mano, por ejemplo, bolígrafos o lápices, etc.
Las razones de la aparición de malos hábitos y cómo lidiar con ellos
La mayoría de los malos hábitos no son innatos, sino que aparecen con el tiempo. El deseo de fumar o beber alcohol puede provenir de la niñez. Por ejemplo, en el patio, un hombre apostó a que podía fumar un cigarrillo o beber un vaso de alcohol de un trago. Con el tiempo, esta lección ya no parece tan terrible.
Además, tal vez, hubo algún tipo de problema, como resultado de lo cual la persona se retiró a sí misma. Se deprime, y cree que la única salida es escapar de la realidad a través de los hábitos anteriores.
Hay muchos centros que ayudan a quienes sufren adicciones a someterse a un curso de tratamiento y rehabilitación. Lo principal es reconocerla y dejarse ayudar. La recuperación solo es posible con la propia voluntad.