El año 1690 se considera el comienzo de la primera fiebre del oro. Se llamaba brasileño. Luego, 400.000 buscadores y más de medio millón de esclavos fueron en busca de oro. Han pasado más de trescientos años desde ese momento. El proceso de extracción de este metal se ha vuelto mucho más grande y difícil.
La mina de oro es una enorme cantera, cuyo ancho y profundidad varían en tamaño. Cabe señalar que estos objetos son significativamente inferiores en tamaño a los lugares de extracción de otros minerales. Por ejemplo, las dimensiones de una mina en Nevada son un kilómetro y medio de ancho y unos quinientos metros de profundidad. Y el lugar de la cantera, donde se extrae carbón muchas veces más. Pero esto no hace que el trabajo sea menos peligroso. A medida que aumenta la profundidad de las búsquedas, aumenta el riesgo de colapso. Para evitar que esto suceda, todos los túneles están reforzados con una malla metálica. La longitud de los pernos con los que se fija a la roca puede ser de hasta 2,5 metros.
Trabajo de preparatoria
Algunos buscadores de ensueño ya no trabajan en las minas. Ahora este negocio está encomendado a especialistas altamente formados que han estado estudiando todas las sutilezas de este trabajo durante más de un año. Además, el lugar en sí no parece un Klondike en absoluto. Es un espacio negro y sucio, y el oro contenido en la roca solo se puede ver con un microscopio. Por eso, antes de comenzar a trabajar, se realizan pruebas de laboratorio para determinar si hay suficiente metal aquí.
Minería
Con el fin de entregar la roca con oro a los talleres para su extracción, se explotan unas 200 toneladas de piedras. Se utilizan enormes máquinas para limpiar y cargar. Cada uno de ellos podrá levantar al menos 10-15 toneladas a la vez. Curiosamente, solo hay 5 g de oro por cada tonelada de escombros. Pero para conseguirlos, debes triturar las piedras.
Se cargan en un transportador y se pasan a través de las muelas. Se agrega agua a la roca triturada. El resultado es una lechada oscura. Quizás por eso apareció el dicho: "Donde hay suciedad, hay dinero". Luego se le agrega cianuro. Después - carbones. Estos últimos absorben oro y productos químicos. Luego se lleva a cabo la última etapa, en la que la concentración de oro aumenta significativamente. Pero la forma en que pasa se oculta cuidadosamente para evitar la afluencia de metales de baja calidad.
Después de eso, la solución de carbón, cianuro y oro ingresa a los tanques. En ellos se sumergen electrodos de acero, que atraen el metal hacia sí mismos, dejando impurezas innecesarias. Este proceso se llama electrólisis. Con la ayuda de ácido sulfúrico, las varillas se destruyen. Solo queda oro. También se vierte en moldes. Y solo entonces adquiere un aspecto familiar. Pero ahora su pureza es solo del 90%. Se volverán a limpiar antes de venderse.