Una monarquía es una forma de gobierno en la que el poder supremo en el estado pertenece a una persona, llamada monarca, y también se hereda. Tanto el rey como el emperador, rey, sultán, duque, kan, etc. pueden actuar como monarca.
Instrucciones
Paso 1
Hay cuatro características principales que indican una monarquía:
- el poder en el estado pertenece a un gobernante de por vida;
- el poder en el estado se hereda;
- el monarca es la personificación de la unidad de la nación y representa al país a nivel internacional;
- el monarca es independiente y goza de inmunidad legal.
De hecho, no todos los estados que se consideran monárquicos satisfacen los criterios anteriores. Además, a menudo no es fácil trazar una línea divisoria entre república y monarquía.
Paso 2
Las monarquías se subdividen según el alcance de las restricciones:
- monarquía absoluta (todo el poder está en manos del monarca y las autoridades están completamente subordinadas a él);
- Monarquía constitucional (el poder del monarca está limitado por la constitución vigente, o por tradiciones o derechos no escritos).
Paso 3
A su vez, la monarquía constitucional se subdivide en dos tipos:
- parlamentario (las funciones del monarca se reducen a representante, pero no tiene poder real);
- dualista (el poder del monarca está limitado por el parlamento y la constitución vigente en el campo de la legislación, dentro de sus límites tiene la libertad de tomar decisiones).
Paso 4
Según la estructura tradicional, las monarquías se dividen en los siguientes tipos:
- Antiguo Oriente (la forma de gobierno más antigua, tenía sus propias características únicas);
- feudal (también llamado medieval);
- teocrático (el poder pertenece al líder de la iglesia o al líder religioso).
Paso 5
Además, de acuerdo con las etapas de su desarrollo, la monarquía feudal se divide en:
- feudal temprano;
- patrimonial;
- representante de la sucesión;
- absoluto.
Paso 6
Entre las ventajas de la monarquía están: preparación del futuro monarca al poder desde su nacimiento; la posibilidad de realizar eventos que sean útiles a largo plazo; la responsabilidad del monarca por el estado; reconocimiento del sucesor, que minimiza el riesgo de choques, etc. Las desventajas incluyen: falta de responsabilidad legal del monarca; elegir un nuevo gobernante por casualidad, y no votando por el más digno, etc.